El otro día, en la Feria del
Libro, se nos acercó a la caseta un señor mayor que al parecer es dueño de una
cadena de librerías y se fijó en el Libro: Rosacruz, Luces y Sombras. Le hizo
un análisis minucioso viendo la portada, solapas y contraportada. También se
fijó en el índice, con el que se entretuvo algo de tiempo y después se dirigió
a mí de un modo reflexivo.
¿Es usted el Autor del Libro? Sí
Señor, le contesté. Bueno, es que resulta que estoy muy interesado por el Tema
de los Superiores Desconocidos o Hermanos Mayores de la Humanidad, dijo, y usted ¿solo
le dedica, en su libro, una página?
Mi respuesta, en aquel momento,
es que las cosas sencillas requieren respuestas sencillas y que para decir la
Verdad no son necesarias cientos de páginas.
Lo cierto es que tras una breve
plática, el Buen Hombre adquirió mi Libro y marchó, no sé si muy convencido por
la simple respuesta que le había dado. Cuando lo pienso recuerdo que hace
muchos años realicé un estudio minucioso sobre el Tema del Gobierno Oculto de
la humanidad, sobre esos Superiores Desconocidos que supuestamente vienen
manipulando los destinos del hombre. Realicé hasta una cinta de casete de una
hora y media de duración, donde lo que allí se decía, con tanta convicción,
podría poner los pelos de punta a más de un erudito. Estoy hablando de hace más
de 30 años.
Pero es evidente que la
concepción que hoy tenemos de ese Tema es muy diferente. No existe una Orden de
Seres semi inmortales que se dedicaran a allanarnos el camino de la Vida. Creo,
de corazón, que se trata de un pensamiento infantil que todos alguna que otra
vez hemos podido tener durante nuestra infancia: Que alguien nos ayudaba a
salir adelante, que las cosas que nos sucedían no eran solo consecuencia de
nuestras acciones sino del allanamiento de nuestros padres o de algún familiar
o vecino con los que teníamos algún tipo de apego especial.
Entonces ¿Existen, o no, los
superiores desconocidos, los Hermanos Mayores de la Humanidad? Radicalmente sí;
pero no como los hemos venido concibiendo. No son como ángeles incorpóreos, ajenos a nosotros mismos, y
con poderes semi-divinos. Nada tienen que ver con una supuesta élite que
conocen el secreto de la inmortalidad y nos gobiernan desde las sombras y, por
supuesto, nada que ver, tampoco, con supuestos seres extraterrestres o
dimensionales que nos vienen protegiendo como ángeles guardianes; pero entonces ¿De qué estamos tratando?
¿Acaso son los espíritus de los
difuntos según la tradición de las tribus de los indios americanos? o ¿Los
denominados arcontes o legisladores de los que nos hablaban los gnósticos?
¿Acaso son esas entidades que son canalizadas por algunos individuos mediúmnicos
y que nos transmitirían ciertas enseñanzas mediante la escritura automática?
Como vemos, queridos amigos y
amigas, fratres y sórores, hermanos y hermanas, hay gustos para todos; pero el
Tema de los Superiores desconocidos es algo mucho más simple que todo eso.
Todos y cada uno de nosotros llevamos consigo a un Superior Desconocido,
nuestro Hermano Mayor y no es otra Cosa que la Herencia espiritual de nuestro origen Divino.
Nuestro Espíritu Inmortal es el que, cuando lo desea, se manifiesta mediante la
canalización y nos transmite el conocimiento que, en cada ocasión, él determine.
Entonces ¿Qué sucede con Moira,
Kutumi, Saint Germain, Jesús, el Tibetano, etc., etc…?
Esos supuestos hermanos mayores
no son otra cosa que arquetipos astrales, a modo de avatares, que todos poseemos como la Entidad única
que es la verdadera Humanidad y a los que todos, si así lo deseamos, podemos tener acceso,
como Cleopatra o Marilyn Monroe, Hermes o Einstein...
Cada Entidad individual conocida
como Humano, Perro o Gato no es otra Cosa que un micro cosmos y en cuyo centro se encontraría
nuestra Chispa de Espíritu Individual, nuestra Ser Interno eterno, sabio e
inmortal; alrededor del cual, como si de un Sistema Solar en miniatura se tratase, circulasen una serie
de astros que no serían otra cosa que el reflejo del resto de nuestros hermanos,
así como nosotros seríamos uno de esos astros orbitando alrededor de su propio Ser, dentro de su individual micro cosmos.
Solo Nuestro Ser Interno,
mediante su conocimiento o accediendo al reflejo de sus hermanos, que habitan en
nuestro Ser, puede acceder al Conocimiento total del multiverso; pero tratar de
ver, a cada uno de esos astros reflejados, como a uno de los hermanos mayores es un error
mayúsculo, dado que su verdadero Ser se encuentra en el interior del micro cosmos
de nuestros semejantes.
Por lo tanto, nuestro verdadero
Hermano Mayor somos nosotros mismos, nuestro Ser Divino e Inmortal y único que
permanecerá incólume cuando el fin de los tiempos llegue. Si deseamos ver a otros de los
superiores desconocidos o nuestros hermanos mayores, lo que deberíamos de
hacer es mirar fijamente a los ojos de nuestros semejantes o de nuestro perro, gato o mascota. Allí, en el fondo de su mirada se encuentra el Ser Divino que vivencia sus propias experiencias
mediantes un automóvil biológico similar al nuestro.
Espero que después de esta
brevísima exposición, no creo necesario más, quede claro a todos
nuestros lectores qué son los Hermanos mayores de la Humanidad o Superiores
Desconocidos. No busquemos fuera nuestro lo que ya vive en nuestro interior.
Dejemos que se exprese libremente nuestra Consciencia y, así, habremos manifestado la Sapiencia de un Hermano Mayor de la Humanidad, de un Superior Desconocido.
Dejemos que se exprese libremente nuestra Consciencia y, así, habremos manifestado la Sapiencia de un Hermano Mayor de la Humanidad, de un Superior Desconocido.
Aralba