sábado, 25 de febrero de 2012

BDSM 24/7

 

Tengo el Placer de presentarles el primer trabajo de nuestra Hermana Iluminati Alba Koshinaji. Su ascendencia es Celta más concretamente gaélico-escocesa, su abuelo nacionalizado español estuvo exiliado en la antigua Unión soviética, tras la guerra civil española, siendo sus padres de nacionalidad ucraniana. Ella, Teresa Rubio en la Vida Real, es sexóloga de profesión y doctorada en antropología del Homo Neanderthalensis. En un principio pudiera parecer, a algunos, que este no es el lugar apropiado para exponer estos trabajos de carácter un tanto escatológico; pero quiero que recuerden, por favor, lo dicho en el preámbulo a la entrada de este Templo. Bienvenida, querida Alba y considerate en tu Casa. De veras te lo digo con Amor. ¡Ojo! No hagan caso de la expresión: La Perra de Aralba. Es una broma de esta simpática hechicera druida. La he mantenido por respeto a la integridad del Texto, solo por eso.

Aralba


Alguien podrá preguntarse ¿Qué puñetas puede tener el Sado Masoquismo con la Orden Iluminati? En principio nada; pero en su trasfondo mucho más de lo que podría suponerse.

El BDSM 24/7: (Bondage, Dominación, Sumisión, Masoquismo, 24 Horas al día/ 7 días a la Semana) Son prácticas sadomasoquistas, generalmente de carácter sexual, consentidas y limitadas o consensuadas y que están muy lejos de cualquier tipo de violencia doméstica o de género. Se podría decir que no es otra cosa que una forma de vivir la vida bajo la perspectiva de una filosofía sado masoquista y que no tiene nada que ver, en principio, con todo aquello ficticio y asociado a la pornografía sádica. Se conoce como Bondage a la técnica de sujetar con cordeles especiales o esposas a uno de los practicantes, no tiene porqué ser necesariamente el sumiso, con el fin de que, teóricamente, pueda hacer, el dominador, con el/ella cualquier cosa que le produzca humillación o dolor dentro de lo previamente consensuado, respetando unos límites, y con tal de conseguir altos grados de placer, excitación con el fin último de llegar al éxtasis orgásmico.
Dentro de la Orden Iluminista conviven diferentes obediencias ritualistas o meditativas cuyo fin está dirigido a conseguir el Éxtasis que permita la Iluminación Interior por cualquier medio conocido o desconocido, descubierto por el ser humano o por descubrir. El BDSM no deja de ser una especie de representación Teatral, similar a la propia vida, que como un Juego de Rol se puede mantener durante unas pocas horas, con el fin de conseguir simple placer sexual, o durante las veinticuatro horas del día de todas las semanas del año con el fin de conseguir la Iluminación y la verdadera comprensión de la propia Vida. No existe la humillación cuando esta es consentida, igualmente que no existe la humillación de un actor hacia otro en una representación teatral, como tampoco existe la violencia implícita en una secuencia cinematográfica de violencia explícita ficticia.
Lo cierto es que los Iluminatis sabemos que la Iluminación solo se puede conseguir bajo situaciones extremas donde peligra la vida, la autoestima o cualquier otro concepto que nosotros consideremos de vital importancia, ruptura es la clave. En el BDSM se trata de llegar al límite del Ego y romper las ataduras psíquicas utilizando cadenas y castigos materiales, se trata de humillar a la Bestia, eliminar su ego con el fin de que surja el auténtico Ser Humano Interior, el Ave Fénix del Yo Superior. Es curioso comprobar  como en la mayor parte de los rituales sadomasoquistas se utiliza una terminología propia de los Iluminatis y de otros organismos de los escalafones inferiores como son la OTO y las organizaciones que propician las relaciones Tántricas. Es muy corriente observar que hay nombres como Baphomet, Lilith, Luzbel (Una Servidora, la Perra de Aralba)… Todo lo hasta aquí dicho es comprensible dado que el propio Marqués de Sade, el Padre de todo este movimiento, no dejó de ser un Iniciado del más alto nivel.
Al igual que los rituales iniciáticos intentan, mediante dramaturgia algunas veces bastante impresionante, soliviantar al espíritu del profano o del iniciante, lo que se pretende con el BDSM es mantener domesticada a la Bestia Humana, mediante la unión de las almas gemelas, donde uno de los miembros toma el papel dominante que le corresponde y donde el otro toma el de sumiso como no podría ser de otro modo, al igual que sucede con los gemelos mono vitelinos, donde uno de ellos suele ser de más fuerte carácter y que, por ende, domina al otro.
En las Almas Gemelas sucede otro tanto de lo mismo, dado que son complementarias y si una de las partes posee gran Voluntad e Imaginación, necesaria para tomar decisiones de supervivencia, la otra posee el Don de la Disciplina, Obediencia y Trabajo con el fin de llevar esas ideas a buen puerto. En relaciones BDSM 24/7 que presuntamente nada tuvieran que ver con el misticismo, existe un consenso de supervivencia que puede llevar a una relación íntima de larga duración. Muchos de los que lean estas palabras podrían pensar que estamos tratando un tema indecente e impropio de estas páginas; pero ya se indica en la presentación del Portal Iluminista: Este Templo no está hecho para Timoratos sino para la gente que ha llegado a determinado nivel espiritual e intelectual y que sabe, perfectamente, que el mal es solo una ficción y que puede utilizarse a modo de herramienta iniciática.
Otros podrían decir que se trata de magia negra (Violencia y humillación) y roja (sexo), dado que tratamos aspectos normalmente aceptados como poco espirituales por el común de los mortales. Bien, cuando solo existe el Amor verdadero y auténtico para la consecución de un bien superior, cualquiera que sea la manifestación externa, estamos siempre hablando de magia Blanca y teúrgica. Solo cuando existe Odio y emociones de rencor y venganza es cuando el ritual, cualquiera que sea este, se transforma inevitablemente en trágica magia negra.
Debe de queda claro al lector que estamos hablando de una dramatización que puede durar de unos minutos a toda una vida; pero el caso es que la propia vida es eso mismo, una representación teatral inevitable que nos dura desde la cuna a la tumba. En la Dramatización BDSM, los actores deciden ya no ser solo los intérpretes y personajes inconscientes, puestos por no se sabe bien quien,  de una función sino también los guionistas y directores conscientes  de la obra teatral.
No se trata de torturas sangrientas que pongan a los individuos al borde de la muerte física, dado que la espiritual es imposible; sino de dramatizaciones rituales donde se provocan laceraciones tenues, castigos progresivos; pero ingenuos aunque no entendibles por la gente Vainilla (Los no practicantes del Sad/Mas) No se trata tampoco de humillaciones reales como las que se producen en la violencia de género o doméstica sino vocablos y actitudes provocativos, previamente consensuados, como las palabras malsonantes que se utilizan durante el coito para excitar más a nuestras parejas. En el BDSM estrictamente sexual de eso se trata; pero cuando se va más allá y se convierte en una especie de filosofía de vida en el 24/7, lo que se intenta es sustraerse de la ficción cotidiana y recrear una nueva de más alto nivel y que consideramos más vivible espiritualmente que la que nos han impuesto y es por dicha causa, que el BDSM posee un componente anarquista y místico al mismo tiempo.
Ahora comprenderán los lectores habituales de la Orden Iluminati porqué esta página se ha cerrado para los visitantes casuales e inoportunos. Ahora, la Orden Iluminati pide que llamen a su puerta para que se les abra, dado que estamos entrando en un elevado nivel iniciático donde el ropaje de la moralina debe de quedar a las puertas del Templo. Dentro del Templo Iluminati no existen ni un yo ni un tú, sino un nosotros cuyo espíritu está conviviendo como si de una única unidad se tratase. Eso se podría representar perfectamente mediante una orgía tipo bacanal romana o histérica en los rituales de Heleusis en la Grecia Clásica; pero donde los sentimientos bestiales y machistas son sustituidos por el verdadero y cariñoso Amor del Espíritu Divino que mora en el interior de todo Ser Humano; por regla general suele ser la Dama, la Dueña y Señora, así como el varón el Sumiso, independientemente de que ella, en momentos determinados, cambie los roles. La situación inversa, si se mantiene de forma indefinida y el varón dominante no posee suficiente calidad humana, podría desembocar en una auténtica violencia de género nunca deseada en el Universo del BDSM.




Un buen consejo para los que quieran conocer más sobre esta Disciplina Mística es que visualicen el magnífico Film Historia d´O del Director Francés Just Jaeckin, realizado en 1975 y basado en la Obra literaria, homóloga, de la escritora Pauline Réage, publicada en 1954. Por último, si fuera de interés para los hermanos, con permiso del Soberano Gran Maestro, traeremos nuevas planchas cinceladas al respecto.

Alba Koshinaji

viernes, 17 de febrero de 2012

Teosofía de los Rosacruces, Conferencia VII: La Técnica del Karma



Para mejor comprensión de la ley del karma en cuanto la misma rige en la vida humana, voy a relatar un fenómeno que aparece inmediatamente después de la muerte del hombre. Tengan ustedes presente el cuadro recordativo que se presenta cuando el hombre está liberado del cuerpo físico y por un breve lapso de tiempo vive solamente en la envoltura de los cuerpos etéreo y astral, antes de proseguir su camino a través del mundo elemental. Para la íntima comprensión del obrar del karma quisiera describir algo extraño que ya aparece durante la visión de dicho gran cuadro y que consiste en la sensación de un crecer, en el extenderse fuera de sí mismo.

Esta sensación va intensificándose más y más, mientras el hombre está todavía en su cuerpo etéreo, y él llega a sentirse en una situación extraña frente a ese cuadro. Al principio son imágenes del curso de la vida, las que él percibe cual un panorama. Después llega un estado -breve tiempo después de la muerte con una duración de horas, o también días, según la individualidad de cada uno- en que se tiene la sensación: yo mismo soy todas estas imágenes. El hombre siente crecer su cuerpo etéreo, como si abarcara todo el espacio en torno de la Tierra hasta el Sol.


Después, cuando el difunto deja su cuerpo etéreo aparece otra sensación sumamente extraña, la que difícilmente se puede describir mediante palabras del mundo físico. Se trata de la sensación de expandirse hacia lejos en el universo, pero como si fuese imposible estar al mismo tiempo en todos los lugares del universo. Sólo aproximadamente se lo puede describir. Se tiene la sensación de estar, por ejemplo, con una parte de su ser en un lugar terrestre, con la otra, en otro lugar, con una tercera parte, en otro lugar distinto, y con otra parte más, fuera del orbe, quizás en la luna.

En cierto modo se tiene la sensación de estar despedazado, con los espacios intermedios como no pertenecientes a sí mismo. La manera extraña de sentirse dentro de lo astral es así: como extendido en el espacio, trasladado a diversos lugares, pero sin ocupar a la vez los espacios intermedios. Esta sensación se mantiene durante todo el período del kamaloka, que el hombre transita retrógradamente hasta el último nacimiento. Esto se realiza como un vivir en las distintas partes de la vida propia, y con ello se va formando la totalidad de la vida en el kama-loka.

Es importante saberlo a fin de formarse una idea de cómo realmente obra la ley del karma. Primero se tiene la sensación de hallarse dentro del hombre con quien últimamente se estaba unido, y después, en sentido retrógrado, en todos los hombres otros seres con los cuales se estaba vinculado durante la vida terrenal.

 


Quien, por ejemplo, en su vida terrenal haya apaleado a otro hombre, sentirá después de la muerte, en el momento respectivo, los golpes, los dolores causados a este último. Y si entonces éste todavía vive donde ocurrió el hecho, una parte del cuerpo astral del difunto se sentirá en ese lugar y allí mismo experimentará las consecuencias. En cambio, si el apaleado también ha muerto, el causante tiene la sensación de encontrarse donde está el otro hombre. Naturalmente, cada uno está vinculado con muchos otros hombres, dispersos en la Tierra como asimismo en el kama-loka. Se está en doquier y esto constituye la corporalidad intermitente característica del período de kama-loka, la que permite vivir en el ser de todos los demás, lo vivido con ellos en la vida terrenal, formando así el vínculo duradero con todos aquellos con quienes se había tenido contacto.

Con el hombre apaleado se está unido por el hecho de haber vivido con él en el kama-loka. Más tarde se asciende al devachan y se vuelve nuevamente al kama-loka; y el cuerpo astral, al integrarse, encuentra la que le reúne con el individuo con el cual se había estado ligado. Habiendo muchísimos vínculos de tal naturaleza, se evidencia que existe un lazo con respecto a todo lo experimentado en la vida terrenal.

Para la que precede se da una explicación bien clara a través del hecho observado por el ocultista, según lo que les he relatado: cinco jueces secretos pronunciaron la sentencia de muerte de un hombre y procedieron a su ejecución. En su vida terrenal precedente esta última personalidad había sido un cabecilla que había ajusticiado a esos cinco hombres. Después de la muerte, durante el período del kama-loka fue trasladada al lugar en que vivían los otros y colocada en el ser de ellos para sufrir los sentimientos de ellos en el instante de matarlos. Esto forma el punto de partida para crear fuerzas de atracción, las que reúnen a las personas respectivas al reaparecer en la Tierra, a fin de que se cumpla la ley del karma.

Así se nos presenta la técnica de cómo obra el karma. También vemos que en el mundo existen distintas maneras del ser, vínculos que ya en el plano astral comienzan a formarse. En el plano físico existe el estado continuo de la substancia, mientras que en el plano astral es posible tener la sensación de partes de la corporalidad unidas entre sí, las que, no obstante, están separadas unas de otras. Es como si uno tuviese la sensación de su cabeza, y nada entre la cabeza y el corazón; después el corazón y entonces los pies, sin nada entremedio. Una parte de la corporalidad puede hallarse en otro continente, perteneciendo, totalmente aislada, a la corporalidad astral; otra parte en la luna, y una tercera en otro planeta, sin necesidad de una unión astral visible entre tales miembros.

Considerando la ley del karma en tal sentido, vemos claramente que aquello que tiene lugar dentro del ciclo de una vida humana, es el resultado de muchas causas que tienen su origen en vidas terrenales del pasado. Ahora surge la pregunta: ¿cómo conciliamos la ley del karma con la transmisión hereditaria? Se dice que existen muchas contradicciones entre ésta y aquella. Se opina que un hombre moralmente bueno tiene que ser el vástago de una familia de iguales facultades, quiere decir que aquel tiene que haberlas heredado de sus antepasados. Considerando los sucesos físicos desde el punto de vista oculto, sabemos que no es así, aunque en cierto respecto los podemos calificar como sucesos de herencia. Vamos a dilucidarlo por medio de ejemplos.

Si consideramos la familia Bach, resulta que en el curso de doscientos cincuenta años nacieron en la misma veintinueve músicos, entre ellos el más ilustre, Juan Sebastián Bach (1685-1750). Para que haya un buen músico es necesario no solamente la facultad musical como tal, sino también un oído físicamente bien formado, una determinada forma del mismo. El profano no es capaz de hacer la distinción en cuanto a lo esencial; es preciso observarlo profundamente mediante fuerzas ocultas. Si bien las diferencias son pequeñas e insignificantes, de todos modos es necesaria una determinada forma de los órganos auditivos interiores, para que alguien pueda llegar a ser músico, y estasformas se transmiten por herencia. En una persona las mismas son similares a las de supadre, abuelo y demás antepasados, al igual que se transmite por herencia la forma de lanariz.


Supongamos que en el plano astral haya una individualidad que esté pronta de encarnarse y buscando un cuerpo físico. Siglos o milenios atrás había adquirido facultades musicales especiales, pero si no encuentra a un cuerpo físico dotado de oídos apropiados, no podrá ser músico, y debido a ello tiende a nacer en una familia que le dé el oído musical. Sin éste la disposición musical no podría desenvolverse, así como el virtuoso más grande no puede ejecutar nada, si no se le da el instrumento necesario.

También el talento matemático necesita algo bien definido. Para ser matemático no hace falta una construcción especial del cerebro, como muchos piensan, pues el pensar, la lógica se desarrollan en él como en otros. Lo importante son los tres canales en forma semicircular que se hallan en el oído y cuya posición recíproca es la de las tres direcciones en el espacio. La formación particular de los mismos condiciona el talento matemático, la disposición a las matemáticas. Se trata de un órgano físico sujeto a la transmisión hereditaria. Esto explica el hecho de que en la familia Bernouilli se hayan encarnado ocho importantes matemáticos.

El hombre moral, para poder practicar su disposición moral, también necesita padre y madre que por herencia le dan un cuerpo físico apropiado. El posee tales padres porque él es tal individualidad y no otra. La individualidad escoge ella misma sus padres, si bien bajo la dirección de entidades superiores. Hay quienes desde el punto de vista del amor materno objetan algo contra ese hecho, pues temen que podrían perder algo, si de la madre no heredan esta o aquella cualidad. Por el contrario, el conocimiento verdadero profundiza el sentimiento del amor materno, pues hace ver que se trata de un sentimiento de amor prenatal, que ya existió antes de la concepción y que condujo al niño a la madre. Ya antes del nacimiento el niño siente cariño a la madre; y el amor materno es el amor recíproco. El amor materno considerado espiritualmente se evidencia como extendido hasta antes del nacimiento, basándose en sentimientos recíprocos.

Muchos piensan que el hombre está sujeto inevitablemente a la ley del karma, sin ninguna posibilidad de alterarla. Mencionemos un ejemplo tomado de la vida común, para el obrar de esta ley. En los libros de un comerciante figuran los asientos Debe y Haber, por los cuales se expresa el estado de su empresa. Este estado obedece a la ley inflexible de la contabilidad. Nuevos negocios permiten anotar nuevos asientos; y se entiende que siempre los habrá después de cada balance. En lo referente al karma resulta que del lado acreedor siempre figura todo lo que el hombre haya hecho de bueno, sensato, veraz, perfecto; del lado deudor, todo lo malo e insensato. En todo momento el hombre está libre para anotar nuevos asientos en el libro de cuentas de la vida kármica. Por esta razón no hay que creer que en la vida rige una ley inalterable del destino.

La libertad no se menoscaba por la ley del k arma; esto implica que referente al karma hay que pensar en el futuro lo mismo que en el pasado. Llevamos en nosotros los efectos de las acciones del pasado, somos los esclavos del pasado, pero los soberanos del futuro. Si este último lo queremos desarrollar bien, debemos anotar en lo posible los mejores asientos en el libro de cuentas de la vida. El saber de que nada de lo que se haga queda sin efecto, y que todo tiene sus consecuencias en el futuro, es un pensamiento grande y poderoso, de modo que esa ley no nos oprime, sino que nos llena de la más bella esperanza. La ley del karma es la mejor prenda de la ciencia espiritual.

La misma nos da tranquilidad por el hecho de que nos abre el horizonte del futuro, y nos da la tarea de ser activos en el sentido de una ley que no contiene nada que nos pudiera entristecer, o que pudiera dar al mundo un matiz pesimista; además, da alas a nuestra actividad de colaborar en la evolución terrestre. El conocimiento de la ley del karma tiene que transmutarse en tales sentimientos. Con respecto al sufrimiento de un hombre se suele decir: lo merece, porque debe cumplir su k arma; y si yo le doy ayuda, interfiero en su karma. Esto es insensato, pues su pobreza, su miseria son el efecto de su vida terrenal anterior, pero si yo le ayudo, contribuyo a que se anote un nuevo factor en su vida, y le hago progresar. Igualmente será insensato, si a un comerciante se le puede sacar de una situación de ruina mediante un préstamo de mil o de diez mil marcos, objetar: no lo hago, pues esto alteraría tu balance. Le ayudo porque sé que en la relación kármica nada permanece sin efecto; y esto debería ser un estímulo para actuar.


También hay quienes niegan la ley del karma desde el punto de vista del cristianismo. Los teólogos dicen: El cristianismo no puede admitir la ley del karma, pues si la misma fuese acertada no podría regir el principio de la muerte redentora. Además, hay teósofos quienes dicen que la ley del karma está en contradicción con el principio de la Redención, pues arguyen que no pueden reconocer la ayuda que una sola individualidad (Jesucristo) presta a muchos. Ambas opiniones son erróneas, pues no comprenden la ley del karma.

Un hombre en situación favorable puede ayudar a otro que carece de lo más necesario; y por esta ayuda agrega un nuevo factor a la vida de aquél. Una persona más potente podrá ayudar a dos necesitados, influyendo así sobre el k arma de ambos. Otro de más poder podrá ayudar a diez o quizás cien personas, y él de máximo poderío podrá dar ayuda a innumerables hombres. Esto no se contradice con el principio de las relaciones kármicas. Precisamente por la infalibilidad del obrar de la ley del karma sabemos que tal ayuda efectivamente influye sobre el destino del hombre.

Se sabe que la humanidad ciertamente necesitaba la ayuda que se le dio por el advenimiento en el plano físico de la individualidad de Cristo. La muerte del Redentor en la Cruz como el Ser Central, constituyó la ayuda que influyó sobre el karma de un sinnúmero de hombres. No existe discrepancia entre el esoterismo cristiano y la ciencia espiritual bien comprendida. Se verifica una profunda concordancia entre las leyes de ambos, y nada nos fuerza a desistir del principio de la Redención. Se nos conduce más profundamente en la ley del karma, si ahora pasamos a la evolución de la humanidad como asimismo a la evolución de la Tierra. Nos hemos referido a algunos hechos a fin de poder comprender esta ley. Otros hechos los comprendemos mejor si consideramos la evolución de la humanidad, no solamente durante el período terrestre, sino también durante los demás períodos planetarios, los que son otras incorporaciones de nuestra Tierra. Esto nos permitirá encontrar algunas añadiduras a la ley del karma, al remontarnos a tiempos remotos del pasado, como asimismo dirigiendo la mirada hacia el futuro lejano.

Como introducción a este tema voy a referirme a un hecho muy importante. Por lo expuesto en esta conferencia se evidencia que aquello que del ser humano percibimos con los ojos físicos, esto es su cuerpo físico exterior, es el resultado del obrar de los principios superiores de la naturaleza humana, quiere decir que su yo, el cuerpo astral y el etéreo, hasta el principio supremo, Atma, trabajan para la formación de nuestro cuerpo. Las partes del mismo en su forma actual no son de igual valor, sino de distinto valor dentro de la naturaleza humana. Basta con que se haga una observación bastante trivial para comprender que en el fondo nuestro cuerpo físico es la parte más perfecta de nuestra naturaleza.


Si se considera, por ejemplo, una parte del fémur se podrá verificar que el mismo no es un hueso compacto, sino artísticamente construido mediante varillas que corren hacia un lado y hacia otro. Quien observe este hueso no solamente con el intelecto sino con el sentimiento, se asombrará de la sabiduría con que el mismo ha sido creado, con el empleo del mínimo de material necesario para sostener la parte superior del cuerpo, según el principio de menor esfuerzo. No hay ingeniería para construir un puente con igual sabiduría que aquella que ha realizado lo indicado en la naturaleza.
 


Si se estudia el corazón humano, no solamente con el criterio del anatomista y fisiólogo, se verificará en el mismo la expresión de sublime sabiduría. No hay que pensar que el cuerpo astral del hombre ya ha llegado a un grado evolutivo tan alto como el corazón humano. El corazón está construido de un modo ingenioso y sabio, mientras que por sus apetencias el cuerpo astral incita al hombre a verter en sí mismo durante decenios lo que para el corazón es veneno; no obstante, el corazón lo resiste durante decenios. Sólo en un estado evolutivo del futuro el cuerpo astral habrá alcanzado el mismo grado que el cuerpo físico de nuestro tiempo, y aquél estará entonces en un nivel mucho más elevado que este último. En el presente el cuerpo físico es el más perfeccionado; menos perfecto está el cuerpo etéreo y menos aún el cuerpo astral. El yo es el bebé entre los cuerpos.

El cuerpo físico tal como en el presente se nos presenta, es el miembro más antiguo de la naturaleza humana, pues para su formación se ha trabajado durante más tiempo. Sólo al haber alcanzado un grado determinado en el curso de la evolución fue impregnado por el cuerpo etéreo, y después de haber actuado los dos juntamente durante cierto tiempo, se les añadió el cuerpo astral, y por último el yo, el que, no obstante, alcanzará un grado evolutivo inimaginable. Así como el ser humano se encarna repetidas veces, nuestra Tierra también ha pasado por distintas incorporaciones y pasará por otras más. La evolución a través de la reincorporación se realiza en todo el cosmos. En su configuración actual, nuestra Tierra es la reincorporación de planetas del pasado. Podemos echar una mirada retrospectiva sobre tres.

Antes de llegar a ser Tierra, ella había sido lo que en el ocultismo -no en la astronomíase llama Luna. La luna actual es, por decirlo así, una escoria echada fuera por inutilizable. Si pudiésemos mezclar nuestra Tierra y la Luna con todas sus substancias y seres, obtendríamos lo que llamamos el precursor de la Tierra, la Luna oculta, y lo que ha quedado como Tierra, es lo que en su evolución, después del desprendimiento de la escoria, se ha mantenido como el resto de la Luna. Así como la Luna de ahora es el resto desprendido proveniente de la Luna como antigua incorporación, así también tenemos el Sol que ahora brilla en el cielo como algo que tuvo su origen en un estado más antiguo aún de la Tierra. Antes de hacerse Luna, como lo expresamos en el ocultismo, la Tierra misma había sido Sol, y éste consistía de todas las substancias y entidades que en el presente forman el Sol, la Luna y la Tierra.

El Sol se ha librado de todos los componentes, con los que, como cuerpo superior, no pudo quedarse, o sea las substancias y entidades que ahora forman la Tierra y la Luna; y en virtud de ello se ha hecho estrella fija. Esta calidad la tiene para el ocultismo, no como algo que siempre ha sido estrella fija, sino que el Sol sólo se ha hecho estrella fija, después de haber sido planeta. acogido en sí muchas entidades superiores a las de la Tierra, análogamente a como la Luna en nuestro cielo, ha recibido las partes peores, por lo cual ha quedado a ser la escoria desprendida. La Luna es un planeta menoscabado. El Sol un planeta elevado.


Al estado evolutivo del Sol ha precedido otro, esto es, el estado de Saturno, de modo que tenemos cuatro incorporaciones sucesivas de la Tierra: Saturno, Sol, Luna y la cuarta, la Tierra misma. Durante la evolución de Saturno, el antecesor del ser humano tenía solamente el principio del cuerpo físico. En el Sol se le añadió el cuerpo etéreo; en la Luna, el cuerpo astral y en nuestra Tierra, el yo. En la conferencia sobre la sangre como líquido singular he expuesto que el yo humano guarda una íntima relación con la sangre, la que no existió en ningún cuerpo humano, antes de incorporarse un yo; y esto significa que esta sangre roja humana está en relación con la evolución de la Tierra misma. La sangre no podría haberse generado, si en el curso de la evolución la Tierra no se hubiera encontrado con otro planeta: con Marte.


Anteriormente la Tierra no poseía el hierro, de modo que no hubo hierro en la sangre; quiere decir que no existió un líquido como la sangre, de la cual depende el hombre del presente. En la primera mitad del estado terrestre lo esencial para su evolución reside en la influencia del planeta Marte, al igual que para la segunda mitad lo esencial proviene del planeta Mercurio. Marte dio a la Tierra el hierro, mientras que la influencia de Mercurio se expresa en que en la Tierra el alma humana llega a ser cada vez más libre y debido a ello cada vez más independiente. En el ocultismo se entiende, por lo tanto, la evolución de la Tierra como dividida en dos períodos, la mitad vinculada con Marte; la otra, con Mercurio. Mientras los demás nombres se refieren a planetas enteros, la evolución terrestre se denomina como "Marte-Mercurio"; quiere decir que con esta designación no se habla de las estrellas actuales Marte y Mercurio, sino que precisamente de lo que en la primera y segunda mitad de la evolución terrestre ejerce las referidas influencias.

En el futuro la Tierra se incorporará en un planeta nuevo al que se llama Júpiter. El cuerpo astral habrá entonces alcanzado un grado evolutivo de tal naturaleza que ya no estará opuesto al cuerpo físico, como si fuera su enemigo, como ahora sucede, sin embargo aún no Habrá llegado a su nivel supremo. El cuerpo etéreo habrá entonces llegado al grado del cuerpo físico de ahora, pues habrá pasado por tres evoluciones planetarias, al igual que ahora el cuerpo físico. En la incorporación que seguirá a la de Júpiter el cuerpo astral habrá llegado al grado evolutivo del cuerpo físico de ahora, habiendo pasado por las evoluciones Luna, Tierra y Júpiter y llegado a la evolución Venus. En la última incorporación, la de Vulcano, el yo habrá alcanzado su más elevada evolución. De lo expuesto resulta pues que las futuras incorporaciones de la Tierra serán: Júpiter, Venus, Vulcano.

Estas denominaciones aparecen también en los días de la semana. Hubo un tiempo en que los nombres correspondientes a los hechos en torno nuestro fueron dados por los iniciados. En nuestro tiempo ya no se siente la íntima relación entre los nombres y los objetos. Los nombres de los días de la semana debieron despertar en el hombre el recuerdo de su desarrollo a través de los estados evolutivos de la Tierra. Consideremos primero el sábado: día de Saturno, en inglés Saturday. Después el domingo: en alemán Sonntag, día del Sol. El lunes: día de la Luna. Luego Marte y Mercurio, los dos estados de la Tierra: día de Marte, martes; en germano antiguo: día de Ziu o Dienstag; en francés mardi ; en italiano martedi. Miércoles: día de Mercurio; en italiano mercoledi, en francés mercredi.

Mercurio es lo mismo que Wotan. Tácito habla del día de Wotan, que en inglés todavía es Wednesday. Después el día de Júpiter, el que en alemán es Donar, por lo tanto: Donnerstag; en francés jeudi; en italiano giovedi. Viernes, el día de Venus, la que en alemán es r'reia: Freitag, en francés vendredi; italiano venerdi.



La sucesión de los días de la semana nos hace recordar el devenir de la Tierra a través de sus distintas incorporaciones.

Rudolf Steiner

domingo, 5 de febrero de 2012

El Gran Arquitecto del Universo ¿Qué o Quien es?


Recientemente tuve una brevísima discusión, con un Hermano, sobre lo que yo entendía por El Gran Arquitecto del Universo y la verdad es que es muy difícil dar una explicación a otra persona siempre y cuando no esté en una misma sintonía y no se tenga el tiempo necesario.

Muchas personas equivocan el Gran Arquitecto del Universo con cualquiera de las individualidades demiúrgicas que han colaborado de forma activa como constructores del Universo. Ángeles en sus diversas jerarquías, dioses, arcontes, demians, eones, héroes, humanos…

El concepto de Dios es algo de naturaleza humana y cualesquiera de los nombres vocalizables que son capaces de denominarlo se están refiriendo a una individualidad o a una jerarquía creadora; pero el error es confundir a los Elohim constructores del Multiverso con aquel que nos engloba a todos y que además de ser la Unidad también es la colectividad del todo; dado que todo está contenido en Él y nada existe fuera de Él. A cualquier Ser, sea de la naturaleza que sea y al que podamos colocar un nombre vocalizable, con sonidos nacidos del plano material, nunca podrá ser denominado como El Gran Arquitecto del Universo. Dado que Él lo trasciende todo.

Cuando denominamos al supuesto Gran Arquitecto del Universo con cualesquiera de los nombres con que la humanidad material lo ha conocido, léanse Jehová, Alá, el Desconocido, Ishtar o Moloch, tan solo mostramos lo poco o mucho que conocemos de él; siendo esto siempre, una porción minúscula e infinitesimal; dado que El Gran Arquitecto del Universo engloba a todos los Demiurgos creadores, a todas las potencias constructoras y directoras así como a las jerarquías arcangélicas o arcónticas; pero también a las partículas más diminutas de la creación como los neutrinos, electrones, supuestos taquiones y bosones de Higgs.

El Gran Arquitecto, su esencia, está contenido en todo lo que existe, desde las infinitesimales y caóticas partículas cuánticas hasta los inmensos campos de Higgs, supuesto espacio vacío cargado de Éter, que hay entre los diversos cúmulos estelares. No podemos ni debemos caer en el error de creer que el Gran Arquitecto, el Gran Diseñador no lo olvidemos nunca, es uno de los simples constructores estelares, eones dormidos y ni siquiera aquellos pilares, arcontes que administran las leyes cósmicas, sobre los que están sustentados los múltiples universos que se encuentran entrelazados por las múltiples dimensiones de cuerdas cósmicas.

Es un error creer que el Gran Arquitecto del Universo vive fuera de nosotros y es un Ser extraño al Ser Humano. El Gran Arquitecto forma parte de nuestra programación genética. Todo ha sido diseñado por él y nosotros también; pero el está en la esencia de nuestro diseño. Somos parte de él como los dedos forman parte de nuestras manos y nuestras manos son consustanciales con el resto del cuerpo material que sustenta a nuestro espíritu. De ahí ese gran amor que sentía Francisco de Asís hacia todo aquello que consideraba sintiente; desde la minúscula hormiga hasta el mayor de los cetáceos del océano. El auténtico creador está en todo y lo es todo. Está en el ácaro y en la hormiga y en cada uno de los compuestos genéticos de la naturaleza humana.

¿Cómo podemos conocer que una supuesta divinidad no es el Gran Arquitecto del Universo? Dado que el Gran Arquitecto del Universo es la Unidad de la cabeza del compás no puede existir dualidad en él y por ello tampoco puede existir controversia u error de duplicidad, triplicidad o multiplicidad. El Gran Arquitecto del Universo lo es en tanto en cuanto imagina un entorno de creación multidimensional; pero deja de serlo en cuanto entra en su propia creación y se disgrega en cuasi infinitas partículas. Es entonces, al identificarse el Diseñador con su Creación, cuando empiezan a tomar el relevo de la función, ahora constructora, los Maestros Constructores, eones y demiurgos. El Gran Arquitecto lo es mientras su manifestación no excede del Pleroma, de sí mismo; pero cuando se disgrega en partículas previamente organizadas mentalmente, de algún modo, se transforma en sus propias criaturas preprogramadas con anterioridad al Verbo creador.

Esas criaturas preprogramadas y que no poseen una vida propia, mucho menos consciencia, cuyo cometido es mantener de forma programada y automática los cimientos y pilares del Multiverso y después sustentar la obra mientras sea necesario hasta completar la Obra de la Divina Comedia, es a las que sí, nos dirigimos como divinidades, deidades únicas o múltiples, monoteístas o politeístas. El Gran Arquitecto del Universo nunca podrá dirigir un ejército para luchar contra ¿Quién? Contra sí mismo. Del Gran Arquitecto del Universo, del Todo, del Pleroma es de donde todo ha emanado y su esencia es Amor unificador nunca separador. Ninguna criatura de este Universo o de otros de las múltiples dimensiones existentes podrá invocar jamás su nombre para luchar por una determinada causa, dentro del plano material y si así se hiciera, podemos estar seguros que ese Ser, esa Entidad solo es un Dios menor, nunca el Ser Supremo, independientemente de que usemos el nombre del Gran Arquitecto del Universo, Jehová, Alá u otros para referirnos a él.

Es por dicha causa que aunque se utiliza el nombre del Gran Arquitecto del Universo como sinónimo de cualquiera de las denominaciones del Dios monoteísta, esto solo es cierto en unos ciertos niveles de consciencia. En cuanto el Ser Humano despierta en sí mismo la consciencia espiritual divina, propia del Gran Arquitecto del Universo, comienza a vislumbra la auténtica Verdad y es: Que a todo aquello que anteriormente denominaba como Dios no eran más que imágenes idolátricas, supuestamente objetivas, de algo mucho más abstracto, subjetivo y de lo que jamás pudo entender por no estar investido de la metanoia shambálica.

El Gran Arquitecto del Universo no tiene hijos más queridos e hijos menos queridos. El Gran Arquitecto del Universo jamás tuvo un pueblo elegido y él sabe como deberíamos comprender nosotros, ahora, que nada de su Diseño creador se perderá en el transcurso de la cósmica interpretación. Es cierto que cada cosa tiene una misión dentro de la función y que el grado de consciencia se activa en el momento en que es útil para el conjunto de la Obra.

El Gran Arquitecto no puede ser puesto como causa para declarar la guerra a nuestros vecinos infieles o gentiles, y servir como excusa para considerar válidas cierta cantidad de bajas colaterales tales que los adultos varones y machos del ganado de los pueblos invadidos en nombre de cualquier nombre de Dios. No. Es cierto que a cierto nivel podemos considerar a nuestro Dios del Sistema, Jehová en el caso de los Judíos y Cristianos, Alá en el caso de los Musulmanes, como el Gran Arquitecto; pero ello es así porque no somos capaces de mirar por encima de las nubes y a determinado nivel todo lo vemos del mismo color azul y denominamos a lo que nos trasciende como a Dios, como al Creador, como al Gran Diseñador. No, al Gran Arquitecto lo llevamos dentro, dicen que en nuestro Corazón. Nosotros decimos que en el minúsculo interior de nuestro código Genético.

El Multiverso es como un gigantesco holograma que contiene en sí los múltiples hologramas que son los universos individuales y en sí, estos universos, contienen a todas y cada una de sus partículas; pero lo curioso del asunto es que el conjunto del Holograma se encuentra íntegro en el interior de la más diminuta de sus partículas. Así como teóricamente, conociendo el código genético de una especie extinta, podríamos reconstruirlo, así podríamos hacer con el Multiverso, el Pleroma o hasta con el propio Gran Arquitecto del Universo. Con la partícula cuántica más diminuta y aún no descubierta por los científicos se podría reconstruir todo lo que existió o existe hasta llegar a la totalidad del Universo conocido, del Multiverso desconocido, del propio e inalcanzable Pleroma y del Propio Arquitecto del Universo. Es decir, el Gran Arquitecto del Universo está pleno y latente en nosotros mismos, independientemente de que se encuentre dormido o  consciente y en activo. Todas las cosas se encuentra en el Todo y el Todo se encuentra contenido en lo más diminuto. De ahí la parábola que utilizara Jesús de Nazaret del grano de Mostaza. Muy probablemente si en aquella época se hubiese conocido la naturaleza cuántica de la existencia, Jesús habría sustituido el grano de mostaza por el diminuto pero energético Bosón de Higgs.

¿Porqué se produce, entonces, esa equivocación en la denominación del Gran Arquitecto del Multiverso, cuando nos referimos a alguna o algunas de las criaturas de la Jerarquía creadora? ¿Quién o qué está interesado en que el Consciente Ser Humano permanezca en la confusión y siga dirigiendo sus energías de adoración hacia Entidades que, al menos, no son superiores a él mismo? Sí, porque El Gran Arquitecto del Universo no pide para sí adoración sino simple Trabajo para conseguir el cumplimiento de la Obra Total y de la cual, cada uno poseemos, dentro de nosotros, una porción de ella y a la que venimos a denominar como Destino.

Digamos que el Arquitecto que diseñó el Escenario de la Vida acabó su trabajo con ese simple acto de emitir su orden y al que se conoce como Verbo Creador. Una vez que las fuerzas creadoras se disgregaron dentro de la creación y empezaron a tomar su cometido en la función, el Arquitecto descansó; como cualquier Arquitecto de nuestro mundo acabaría su trabajo con la entrega de los planos al Maestro de Obra para que ponga a los albañiles  a trabajar en la construcción del Proyecto. Algo salió mal, al igual que en múltiples ocasiones, por error de diseño o de comprensión de los artesanos, partes de la obra hay que derribarlas para proseguir por el buen camino y completar la Idea Original del Arquitecto. Ahí, sí está el Gran Arquitecto pendiente de lo que hacen sus trabajadores; pero nunca se arremanga él mismo las manos y se pone a colocar argamasa entre piedra y piedra. El Gran Arquitecto funciona como una Luz interior dentro de los Maestros y operarios diciéndoles que es lo que ha podido salir mal y que es lo que deberán de corregir.

Si los artesanos no están suficientemente instruidos no podrán comprender esa voz interior que les indica lo que deben de hacer. Es un error considerar al Gran Arquitecto del Universo, al conjunto de multiversos, al Pleroma, como a un Ser todo poderoso, omnisciente y que jamás podría equivocarse. Es el mismo error que poseen nuestros niños cuando consideran a sus padres como héroes todo poderosos y según van haciéndose mayores comprueban como sus padres son simples humanos y se equivocan como cualquier otra de las personas que ellos conocen. Entonces llega la decepción que nunca debería de haberse producido si al niño se le hubiese instruido, que no adoctrinado, en que él es tan hombre como sus progenitores aunque algo más chiquito.

La concepción de un Gran Arquitecto omnisciente, todopoderoso la reflejamos sobre las jerarquías constructoras del Universo que no son mucho mayores que nosotros, a nivel espiritual y que poseen parecidos defectos a nosotros mismos, y así vienen los disgustos y las descreencias cuando le echamos la culpa a él, al Gran Arquitecto, cuando se producen guerras, terremotos o grandes calamidades que acaban con multitudes de seres humanos. Este error de percepción acabaría en tanto en cuanto comprendiésemos estas dos grandes verdades: Que cada criatura o cosa, en esencia, posee en su interior a la totalidad del Gran Arquitecto del Universo y que cada efecto, por cruel que parezca, fue previamente diseñado con algún motivo aunque la personalidad humana desconoce el motivo; pero la esencia divina que mora en nosotros sí es capaz de comprender.

Se produjo un accidente en el comienzo de la creación y al que todas las religiones han denominado, erróneamente, como la Gran Caída o Pecado Original. Ello sucedió porque al contrario de lo que creemos del Ser supremo, que lo contiene todo y al que todos contenemos en nuestro interior, no es perfecto ni muchísimo menos. Tampoco es omnisciente ni todo poderoso aunque sí sea eterno e inmortal en todas y cada una de sus criaturas. La Energía ni se crea ni se destruye tan solo se transforma. Dios, recordemos es Luz.

Se produjo un error no calculado y como buenamente pudieron, las partículas desgajadas del Original Creador pusieron en marcha el Programa automático de mantenimiento que pudiese desarrollar el cometido de construcción original. Todas esas criaturas, los Arcontes, Jerarquías angélicas y pretendidas divinidades, se pusieron a trabajar con los planos grabados que tenían a su alcance y con la cósmica intuición que les decía lo que tenían que hacer a cada momento; pero, en principio, el trabajo realizado fue un a prueba y error continuo. Las partículas de Adám Kadmón, El gran Diseñador, estaban desperdigadas por el infinito Cosmos como  Eones potencialmente creadores pero completamente inconscientes, dormidos.

Con el transcurrir de las edades, ciertas entidades automáticas fueron adquiriendo una especie de Consciencia individual inducida por la majestad de los eones o partículas divinas. Ellos, las Jerarquías constructoras y directoras, las inteligencias arcónticas fueron viendo la verdad de su propio Ser y para lo que habían sido constituidas. Eran simples directrices o caminos de fuerza que algún día en el futuro deberían de desactivarse para que la gran Función acabara; es decir para que el telón bajara y los actores pudiesen regresar a sus casas. Pero si ello sucedía así, se dieron cuenta, que su supuesta consciencia debería regresar a sus legítimos propietarios, las células de Adam Kadmón, el Gran Arquitecto dormido del Multiverso, quedando ellos sumidos, para siempre, en la inconsciencia de la inexistencia.

Desde entonces, el día que empezaron a tomar consciencia de su Verdad, están evitando que llegue el día que el telón tenga que ser bajado, permitiendo que los eones sigan dormidos, porque ese día ellos dejarán de existir, dado que en el fondo jamás existieron como Seres Espirituales individuales. Muy a pesar suyo, no obstante, los Eones fueron tomando consciencia paulatinamente en infinidad de criaturas surgidas, a modo de salvavidas, de sus propios cuerpos estelares. Esos seres depositarios de la consciencia de las células espirituales del Gran Arquitecto del Multiverso somos algunos Seres Humanos de la Tierra, de otros planetas de los universos existentes y de dimensiones desconocidas. Con el paso del Tiempo, las razas creadas para servir como cuerpos provisionales a la divinidad, hemos ido evolucionando para poder ocupar, en nosotros mismos, mayor porción del Espíritu Universal. Gracias a los Profetas, que nunca poseyeron la totalidad de la verdad sino que esta nos ha sido entregada dosificada de forma paulatina, ahora es el Tiempo de que la Humanidad, por lo menos una parte sustancial, llegue a la verdadera y auténtica Iluminación.

1º No es cierto que el Cielo y el Paraíso vayan a constituirse en los mundos materiales que conocemos.

2º Para que retorne a la consciencia Plena, El gran Arquitecto del Universo, este Multiverso que los humanos conocemos algún día deberá dejar de ser.

3º La Vida más que una bendición, es lo que nos han contado, es una auténtica maldición que debemos usar de la mejor forma posible, a modo de prótesis o muletas, para que la manifestación divina y el despertar de su consciencia pueda hacerse plena a través nuestra.

4º En nuestras manos y en las de nuestros hermanos cósmicos, de otros planetas, de otros universos y de otras dimensiones está que los Eones despierten su consciencia y comprendan que deben dejar de expandirse por toda la eternidad. Que los universos deben dejar de plegarse sobre sí mismos en las múltiples dimensiones que suponen los recovecos de las supercuerdas. Que toda esa materia que supuestamente falta y a la que los astrofísicos denomina como materia oscura, debe salir de los pliegues para que la expansión estelar se detenga y se invierta hasta conseguir que todos los cuerpos luminosos de los eones, las estrellas y otros cuerpos estelares, se fundan en uno solo, el Divino Cuerpo de Adam Kadmón. Entonces se producirá el Big Crunch que le permita salir del Escenario que conocemos como Creación. Es solo entonces cuando conoceremos tal y como somos conocidos y será el denominado Juicio Universal donde nada ni ninguna de la criaturas de la Creación se habrá perdido, para toda la Eternidad, en el inexistente lago de fuego y azufre del Infierno.

Es en los seres despiertos, como el Hombre, en quienes recae tan inmensa responsabilidad. La responsabilidad de despertar a los superpoderosos; pero durmientes eones y que son los cuerpos celestes de los espíritus eternos que moran en el interior de nuestro código genético. Mientras no despierten el Mundo seguirá tal cual como el día de la Marmota con sus giros y revueltas sin final.

Si nos intentamos aferrar a la Vida terrena, temiendo a la amada Muerte, estaremos interfiriendo en el Despertar nuestro primero y en el del Gran Hacedor consecuentemente.

Cuando un Ser Humano despierta, en cierto grado, se ha convertido en un Iluminado, Profeta o Adepto Iniciado del Gran Hacedor. Nuestro destino consiste en transmitir esta simple información para que el resto de nuestros hermanos humanos despierten. Esto no es simple instrucción, mucho menos adoctrinamiento, es   siembra espiritual. Es evidente que solo el Maestro interior, que todos llevamos con nosotros mismos, será quien decida si esa semilla germinará o no  dentro de nuestro Ser.


Se nos han contado muchas historias, cuentos, mitos y leyendas. Algunos llevan grandes verdades dentro de su interior; pero muchas veces se nos han interpretado de forma errónea. Eso se denomina adoctrinamiento. La Verdad debe de ser simplemente transmitida al igual que la semilla se deja caer sobre la Tierra. Tendremos que ser nosotros quienes decidamos si esa semilla fructificará, así como es la Tierra quien decidirá si esa planta, latente, sobrevivirá o morirá.

Tómense esto, hermanos míos, como un simple cuento más. No intentamos convencer a nadie de nada; pero intenten ser sinceros con ustedes mismos y comprueben si existe algún tipo de resonancia de su ser interno con estas palabras que os aseguro no han sido inventadas. ¿Será producto de alguna canalización de una Entidad Superior? Craso error si pensamos así basados en lo que hemos podido leer en los múltiples libros que pululan sobre metafísica, la New Age, y los maestros ascendidos. El Maestro, nuestro auténtico Maestro, el Tuyo y el mío, nunca dejaron de estar a nuestro lado y está esperando que afinemos nuestro oído para que podamos escuchar su divino clamor.

Libertad, Igualdad y Fraternidad

Aralba