Desde que la primera partícula mineral o biológica se sintió atraída por la luz, se inició el movimiento Iluminati en la Naturaleza.
Cuando el bebé abre sus ojos a la luz del día se transforma, ipsofacto, en un Hermano Iluminati. Cuando el Ser Humano comprobó que con su imaginación podía torear a las fuerzas de la Naturaleza con el fin de sobrevivir, conseguir bienestar para sí mismo y para los suyos, se convirtió en un Iluminati inconsciente.
Cuando el Hombre o la Mujer comenzaron a comprender el funcionamiento de la Naturaleza y arrancarle sus secretos, con el fin de crear accesorios e inventos; ya no que les facilitaran la vida, sino que la mejoraran para toda la Especie Humana, el Hombre y la Mujer se habían convertido en operarios y trabajadores Iluminatis. Cuando la Humanidad elevó su mirada al Cielo y comprobó que su mundo no era el único en el firmamento, se convirtió en aspirante a formar parte de la Orden Iluminati del Multiverso.
El Iluminismo no es una propiedad
intrínseca y propia del Hombre. A su modo, todos los seres vivos e inorgánicos,
macro cósmicos y micro cósmicos, celestiales y quánticos viven, se alimentan, mueven
y se dirigen hacia la Luz. La Luz es Energía y no se trata únicamente de la Luz
visible para el ojo Humano o de otros seres conscientes y por lo tanto
inteligentes del multiverso.
La Luz lo envuelve todo aunque no hayamos aprendido a percibirla en su plenitud, la ciencia está en ello; cosa que para las criaturas mortales sería espantoso y nos convertiría en ciegos absolutos. La única forma de ver y observar los objetos es ser ciegos a determinadas frecuencias electromagnéticas, otro modo en que los científicos iluminados han bautizado a la Luz, y solo videntes a un pequeño espectro, el que necesitamos para sobrevivir y defendernos de nuestro hostil entorno. Seríamos ciegos porque de poder ver toda la energía, toda la Luz, no podríamos reconocer los contrastes ni las diferencias cromáticas que nos permiten reconocer las cosas y manejarnos en nuestro entorno, dado que todo sería inmaculadamente blanco y luminoso.
Leonardo y el Hombre de Vitruvio |
La Luz lo envuelve todo aunque no hayamos aprendido a percibirla en su plenitud, la ciencia está en ello; cosa que para las criaturas mortales sería espantoso y nos convertiría en ciegos absolutos. La única forma de ver y observar los objetos es ser ciegos a determinadas frecuencias electromagnéticas, otro modo en que los científicos iluminados han bautizado a la Luz, y solo videntes a un pequeño espectro, el que necesitamos para sobrevivir y defendernos de nuestro hostil entorno. Seríamos ciegos porque de poder ver toda la energía, toda la Luz, no podríamos reconocer los contrastes ni las diferencias cromáticas que nos permiten reconocer las cosas y manejarnos en nuestro entorno, dado que todo sería inmaculadamente blanco y luminoso.
Hubo un instante en el que todos
los iluminados de la Especie Humana, que se encontraban vivos en un momento de
la historia de la humanidad, decidieron
unirse para protegerse ellos mismos, sus descubrimientos e inventos y a la
propia Humanidad, de algunos de sus congéneres más ciegos y presuntuosos. Los Iluminados hemos venido trayendo la Luz desde
lo invisible hasta la Especie Humana y Ésta la ha venido utilizando para su
provecho general como Especie y personal como individuos. Aquí es donde surgió el
problema dado que la Luz, la Energía, solo debería ser manejada por los
iluminados, inventores y descubridores expertos. Al llegar a las manos de los Seres
Humanos, no despiertos, ciegos a la Luz, la energía empezó a utilizarse de un modo erróneo, llegando a destruirse los individuos entre sí, por su poder y a poner en jaque hasta la propia existencia de la Especie Humana y de Gaia, el Planeta que lo alberga, en el que nace, crece, se reproduce y
muere.
La Luz llegó a manos de los
ciegos especuladores y se apropiaron de la energía proporcionada, en sueños al
hombre, por Prometeo. Hasta entonces, con la energía, habían construido arados
y calentado el hogar de las frías noches del largo invierno. Ahora los especuladores, aún,
no conociendo el Origen de la Luz, idearon el modo de usarla para su provecho
particular, conseguir poder, mayor comodidad respecto a sus iguales y placer al más alto nivel. Las herramientas constructoras dejaron paso a las armas destructoras y
el benigno fuego del hogar se transformó en una terrorífica arma de desintegración
de viviendas, carros y embarcaciones.
Los iluminados nunca vieron con
buenos ojos lo que el Ser Humano estaba haciendo con sus inventos y
descubrimientos; pero no podían hacer nada, dado que a ellos solo les movía el
Don de Prometeo por convertir en más saludable la vida de los hombres y de las
mujeres en general. Su poder era celestial y no pertenecía al mundo de las sombras. Ellos
mismos fueron subyugados, por los poderosos ciegos del Mundo, para seguir
trayendo las bendiciones y calamidades que los dioses habían escondido, en forma de leyes naturales, en la Caja de
Pandora.
Por dicha causa, algunos
Iluminados, viendo lo que la humanidad venía haciendo con los dones que los
dioses les habían facilitado, con el fin de hacerle la vida más asequible,
decidieron con todo el derecho divino, conspirar contra la Fraternidad de las
sombras que fuera creada por los débiles de Espíritu, con el fin de mantener a la mayor
parte de la humanidad en un sueño profundo, mediante la Fuerza de la Luz, e impedir que los Iluminados científicos, pudieran algún día recuperar el Poder que por herencia de Prometeo
les correspondía.
Los sacerdotes de La Fraternidad de las sombras estaba compuesta por los más débiles, físicamente, de los poderosos ciegos; habiéndoseles concedido, por parte de los jefes de tribu, reyes y emperadores más bravos, los cuales, del mismo modo, se habían coronado a sí mismos como cabezas visibles de la divinidad y por lo tanto jefes de su fraternidad pretendidamente universal.
Newton |
Según fueron, históricamente,
afianzando su poder y dada su natural ceguera, la Fraternidad de las sombras
fue segregando a todos los Iluminatis de su seno y, estos, congregándose en
universidades y colegios profesionales donde podían continuar su trabajo de
seguir arrancando los secretos de la Madre Naturaleza, la Caja de Pandora.
Evidentemente, a pesar de la aparente libertad en la que los iluminados
desarrollaban sus trabajos, nunca estuvieron fuera del control de la Negra
Fraternidad de los poderosos ciegos. Ellos no habían, nunca, dejado de ser más
que operarios o esclavos de lujo de las altas instituciones del Poder.
Prometeo, a pesar de su
sufrimiento originado por haber ayudado a la ladina Especie Humana, no perdió la
esperanza de que la Razón de Atenea algún día gobernara como Emperatriz sobre toda la humanidad y siguió proporcionando, si cabe, más
fuego, Luz, a sus mensajeros iluminados. Hijos míos y muy amados debéis
abandonar la Fraternidad del Terror y luchar por que el fuego que robara a los
dioses pueda llegar hasta el último rincón de vuestro sufrido mundo. No es moral que
la oscuridad gobierne sobre la luz, que los débiles dirijan el camino de los
fuertes, que lo sensato sea anulado por la insensatez. Debéis revelaros hijos
míos contra los tiranos y velad por vuestros hermanos ciegos; pero que aún siguen subyugados
por los poderosos que dirigen el Sistema. Tenéis el deber de mostrar la semilla de la luz a todo ser
viviente y mostrarles el camino hacia la Verdad.
Es cierto que la Luz divina se
había mostrado, por edades, a los mensajeros iluminados mediante sueños lúcidos, mientras dormían en algunas ocasiones y visiones en estado de vigilia
en otras. Alguien, en algún instante de la historia humana se dijo: No es
posible que la Inteligencia siga siendo subyugada por la ignorancia ni la sabiduría
por la superstición. Dá lo mismo quien o quienes se hicieran eco de ese mensaje
enviado por Prometeo a los hombres. Algunos escucharían la voz y seguirían sus
mensajes para retractarse con posterioridad, dado que fueron amenazados con el
propio fuego que ellos mismos habían ayudado a traer del cielo para calentar a
sus hermanos. Otros simplemente fueron vaporizadas sus carnes e incinerados sus huesos mediante el poder surgido del rayo de Zeus.
Otros lograron escapar y se
congregaron con el fin de conspirar contra el ilegítimo poder de las sombras
trayendo más luz, energía, del Cielo. Se formaron organizaciones "secretas" donde
sus miembros pudieran tratar sobre sus disciplinas sin la interferencia de los
falsos sacerdotes de la luz y legítimos de la oscuridad. Dichas organizaciones
pudieron o no ser bautizadas con los más variopintos nombre; pero nunca dejaron de
ser Colegios de Iluminatis. En el trasiego de la historia de la humanidad, los
colegios sufrieron adhesiones y traiciones, legalizaciones para poder ser
controlados por los estados, guiados por la Fraternidad de las sombras, y vuelta
a entrar en el oscurantismo por miedo a las represalias inquisitoriales.
Muchos sacerdotes de la Fraternidad de las Sombras, en un momento determinado de la Historia, como no podía ser de otro modo, recibieron la Verdadera Luz de Prometeo y, de un modo u otro, se unieron a los Hermanos Iluminati siendo desheredados y excomulgados por la Fraternidad de la que procedían, en la que se habían formado y en la cual habían conspirado de forma maligna contra la Luz de la Verdad. Viendo los poderosos gobernantes de la Fraternidad de la oscuridad que las disensiones se producían, en masa, dentro de su propia fraternidad y en los principados y reinos sujetos, por juramentos ancestrales, a su yugo, decidieron cambiar de estrategia y luchar contra su oculto enemigo con la ladina estrategia de la contrarreforma, mediante la desacreditación permanente.
Einstein |
Se autoproclamaron como La
Fraternidad de la Luz y a los que realmente eran los mensajeros de Prometeo los
calificaron como la Fraternidad de Satán, de las sombras, de la oscuridad. De ese modo, al menos, se fidelizaban
a todos aquellos hombres y mujeres que, por su posición social, no habían
tenido acceso a algún tipo de cultura o educación y por lo tanto, en cierto modo, todavía
estaban ajenos a la Luz de la Verdad.
Más adelante, cuando las cuestiones religiosas se fueron relajando, se culpó a la Fraternidad de la Luz de promover y justificar el Ateísmo, cuando los Iluminati siempre han pasado de esas cosas. Unos, por convicción se habrán convertido en más o menos agnósticos, que no ateos; dado que el Ateísmo no deja de ser más que otra creencia fanática del mismo signo que la seguida por la Fraternidad de la oscuridad, la fraternidad que siempre detentó el Poder del Mundo y que ahora es mal denominada como Orden de los Iluminati. Señores de los instrumentos del poder fáctico tanto mediáticos como financieros o de otra índole.
Más adelante, cuando las cuestiones religiosas se fueron relajando, se culpó a la Fraternidad de la Luz de promover y justificar el Ateísmo, cuando los Iluminati siempre han pasado de esas cosas. Unos, por convicción se habrán convertido en más o menos agnósticos, que no ateos; dado que el Ateísmo no deja de ser más que otra creencia fanática del mismo signo que la seguida por la Fraternidad de la oscuridad, la fraternidad que siempre detentó el Poder del Mundo y que ahora es mal denominada como Orden de los Iluminati. Señores de los instrumentos del poder fáctico tanto mediáticos como financieros o de otra índole.
La Orden de los Iluminati posee,
entre sus miembros, un vínculo de luz invisible que les lleva a seguir investigando acerca de las leyes de la naturaleza, de forma paralela al
crecimiento de la Civilización; pero por otro lado, llevan investigaciones en
secreto para que, el resultado de sus trabajos, no caiga en manos del enemigo y puedan ser utilizadas
ciertas energías como terribles armas de destrucción masiva.
Sí, amigos, El Colegio Invisible de los Iluminati viene existiendo desde tiempo inmemorial y no puede reivindicarse, con pruebas documentales, su denominación dado que es absolutamente secreta e independiente de cualquier gobierno o grupo de poder sea este eclesiástico o de otra índole. Su membresía se nutre sobre todo de Científicos, Médicos e Ingenieros; pero también de Organizaciones filantrópicas de reconocida reputación. Jamás sus miembros han intentado manipular, desde el interior, a ninguna de las sociedades de las que se nutre.
Sí, amigos, El Colegio Invisible de los Iluminati viene existiendo desde tiempo inmemorial y no puede reivindicarse, con pruebas documentales, su denominación dado que es absolutamente secreta e independiente de cualquier gobierno o grupo de poder sea este eclesiástico o de otra índole. Su membresía se nutre sobre todo de Científicos, Médicos e Ingenieros; pero también de Organizaciones filantrópicas de reconocida reputación. Jamás sus miembros han intentado manipular, desde el interior, a ninguna de las sociedades de las que se nutre.
Neil Armstrong |
Salve Minerva
Colegio Invisible
Transcrito por Aralba
Más información: http://kaosquantico.blogspot.com.es/
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