La Sabiduría no se vende. El Conocimiento
no está en la memoria interna de un e-reader y la Verdad jamás se podrá
disfrazar de best-seller bajo una aparente trama de misterio fácil. Hoy,
vivimos en un mundo de accesos y conversaciones democráticas donde el mimetismo
léxico y los horarios televisivos permiten una homogeneidad e involución
personal con la apariencia de pertenencia a una élite cultural y humanística
culminante.
Aun así, entre toda esta amalgama
de despropósitos alienantes, podemos hallar humildes obras de verdadera
erudición humana y de confraternización espiritual que consiguen acercarnos a
la historia, el análisis, la investigación, la comprensión y la conciencia de
algo exotéricamente llamado Rosacruz, pero que tal como deja palpablemente
claro ARALBA, no es lo rosacruz.
A partir de las palabras emanadas
por el avatar denominado históricamente como R. Steiner, el autor nos hace ser
partícipes de un proceso nunca iniciado ni terminado que se autotransfigura en
nuestro propio viaje vital; nos hace ser conscientes de que el Camino y
nuestros senderos son la misma Vereda (Verdad) por la que crecemos purgándonos,
si esa es nuestra decisión.
ARALBA nos ofrece mapas con los
que facilitarnos la exploración de un territorio ignoto e inefable que no deja
de ser nuestro hogar eterno. Artes como la Alquimia, el Tarot y la Especulación
se convierten en herramientas (ora et
labora) para llegar a un destino del que jamás hemos partido pero al que se
nos impulsa a conseguir habiéndolo hecho ya. Contradicciones psicológicas que
no de la Mente (Logoi).
Solo nos queda dar las gracias al
autor por este acto de eminente humildad al ofrecernos en “Rosacruz, Luces y Sombras” un compendio de verdadera Sabiduría, Conocimiento y destellos de
Verdad que nos aprisionan desde el primer momento en esa cárcel de Libertad
llamada Amor.