Escribió el barón Holbach en el
siglo XVIII: «Cuando los hombres creen no temer más que a su dios, no se
detienen en general ante nada»
*
Por desgracia nos estamos
acostumbrando a los innumerables atropellos de todos aquellos que se consideran
creyentes en algo, lo que sea; qué más da de que se trate.
¡Creer no es tener Fe!
Fe es el Conocimiento de lo que
no se sabe, la Evidencia de lo que no se ve. Creer siempre es producto de la
Ignorancia e ineludiblemente conduce al fanatismo primero y después a todo tipo
de aberraciones.
Existen muchas cosas que no
sabemos cómo funcionan; pero conocemos que funcionan. Muchos conocen, por
ejemplo, que la Televisión existe y llega a todos los lugares del planeta; pero
no saben cómo funciona; para saber hay que conocer primero y estudiar después o
que alguien nos transmita la información requerida. Cuando manejamos nuestro
automóvil conocemos que está bien construido aunque no sepamos cómo funciona su
motor. Tenemos Fe en nuestro coche y tenemos Fe de que no nos dejará tirado o
nos matará por un funcionamiento erróneo.
Las ondas electromagnéticas no
pueden verse; pero es evidente su existencia porque hasta nuestros oídos llega
el sonido de nuestros radiorreceptores, la imagen de nuestros televisores o los
paquetes de información a nuestros sistemas informáticos mediante los sistemas wifi
o bluetooth. En estos, como en otros muchísimos casos, lo evidente no lo podemos
negar. Nadie con dos dedos de frente negaría la existencia de las ondas
electromagnéticas porque es lo que hace funcionar una inmensa mayoría de nuestros
aparatos. Eso es también Fe.
La Fe también es conocida como
Gnosis o Conocimiento; la antesala de la Sabiduría.
Cuando las fuerzas de la
Naturaleza nos agreden a nivel individual o de Especie, intuimos que hay algo
importante y poderoso aunque no seamos capaces de explicarlo ni podamos ver
sus causas hasta que los efectos catastróficos se han producido; conocemos
aunque no sepamos y eso también es Fe. Fe de que si un día nublado vamos al
monte, con mucha probabilidad, es posible que nos fulmine un rayo y conocemos
el hecho porque ya ha sucedido en numerosas ocasiones. Seremos unos imprudentes
si no sabemos leer en los elementos de la Naturaleza.
Nuestra simple existencia nos
proporciona la intuición o gnosis interna de que las cosas están por algo no porque
hayan salido de la nada por arte de biribirloque; ahora bien, de tener ese
sentimiento a creer en la existencia de una entidad comúnmente denominada como
Dios aunque mencionado bajo las más diversas denominaciones, va un abismo y eso es creencia.
La existencia de un Dios de amor
no nos es evidente, al menos en el entorno agreste en el que vivimos. Aquí todo
es dolor y sufrimiento y los pocos momento de felicidad parecen hechos a modo
de pesada broma para que entendamos que la Vida no es en general así; luego la
evidencia se vaporiza y solo podemos mantenerlo como una creencia; es un error
denominar Fe a la creencia en determinadas entidades que ni podemos ver ni
sentir sus efectos; sean estos beneficiosos o adversos. Evidentemente decir que
algo no exista porque no lo veamos o no sintamos sus efectos es una estupidez
monumental y es mejor quedarse expectante aunque sin poner la mano en el fuego
en las diversas creencias. Eso es agnosticismo.
No vamos a hablar sobre
gnosticismo y agnosticismo dado que ya nos hemos explayado, sobre el asunto,
suficientemente en otros artículos. Aquí hablaremos de los creyentes y las
creencias, aquellos y aquellas que tanto mal vienen transmitiendo al Mundo
desde el origen de los tiempos.
Hemos puesto el nombre de
Creyentes a este artículo recordando una lejana película que protagonizara
Martin Sheen y que trataba sobre supuestos hechos reales, más concretamente
crímenes, realizados por una élite en torno al Vudú.
De tanto en tanto se nos vende,
mediante los medios, de la realidad de la hechicería, de las posesiones diabólicas
y de la existencia de ángeles y demonios así como de dioses de diversa índole y
talante. Curiosamente en ambientes poco religiosos también se manifiestan estos
extraños fenómenos; pero son denominados como entidades extraterrestres o inter
dimensionales y canalización de su información. De hecho, en algunos ambientes,
se nos quiere hacer creer que las posesiones son una especie de epidemia, en
lugar de hechos aislados en tiempo y espacio, e incluso que vampiros y zombis
son una evidente realidad de naturaleza demostrable.
Todo lo antedicho no dejan de ser
creencias, no dañinas en sí mismas, que pudieran darnos alguna ilusión por la que vivir si
no fuese porque las creamos por el mero hecho de creerlas, dejamos que nos
posean como una realidad y la alimentamos con nuestra persistencia ante la
evidencia de su inexistencia y que no es otra cosa que lo que se conoce como
fanatismo.
En otro artículo entraremos en
las explicaciones de por qué se producen determinados efectos y a los que los creyentes
utilizan como explicación seudocientífica de la existencia del Demonio y las
posesiones diabólicas; aquí nos centraremos en las consecuencias de alimentar
todo tipo de creencias que no tienen fundamento alguno ni por la minúscula ciencia
conocida ni por la Gnosis o verdadera Fe. Recordemos: “El Conocimiento de lo que
no se sabe y la evidencia de lo que no se ve”
Por sus obras los conoceréis:
Guerras santas, atrocidades y
torturas varias. Humillación y odio hacia quienes piensan diferentes a ellos.
Dolor, Sufrimiento y Muerte. Toda una serie de "luminosos atributos" para un
supuesto Dios de Amor.
Un Creyente no es un ser libre,
sino un autómata auto programado por la ignorancia y la estupidez.
Es cierto que existe una Energía
inteligente de carácter cósmico. Es una evidencia que aunque indemostrable por
nuestros actuales instrumentos científicos es imposible de rebatir porque simplemente existimos; pero otra
cosa es darle a esa cosa que Es, en la que vivimos, de la que vivimos y por la
que vivimos, un determinado nombre inventado por algún alucinado y supuesto Iluminado.
El creer es incompatible con el vivir,
nos somete, encadena y nos transforma en engranajes de una maquinaria infame.
La Fe, nos muestra a la Cosa antes de su plausible y futuro descubrimiento como
algo a seguir estudiando hasta su total comprensión o saber, lo que nos
proporciona a la humanidad herramientas para un mejor vivir.
Solo recuerden una cosa creer no
es tener Fe, así de simple es.
Aralba