Ya sé que me vais a decir, con
bastante razón, que esto de San Valentín es un invento del capitalismo con el
fin de aumentar las ventas de los grandes establecimientos comerciales; pero
vamos a hacer como que no fuese así. Vamos a idealizar que la gente se ama
entre sí más que desearse o, nada más y nada menos, que necesitarse. Da miedo
¿Verdad? Decirle a la persona que quieres ¡Te necesito Querida! Da la sensación
como de simple y puro egoísmo; pero me da la sensación que esa expresión es más
sincera que decirle a la persona que quieres: ¡Te Amo!
Porque, para empezar, ¿alguien
podría definir lo que es el Amor? Es curioso, porque hasta en la propia Biblia
no hay un solo lugar donde se defina lo que significa la palabra Amor, tan solo
se dan sus características, las cosas que acompañan a eso abstracto que
denominamos como Amor. Dicha palabra ha sido en exceso utilizada hasta
degradarla y convertirla en algo tan burdo, en muchas ocasiones, como follar. ¿Quién
no ha escuchado en tantísimas ocasiones “Vamos a hacer el amor”? Como poco se
me ocurre la palabra lamentable.
El Amor es la esencia de la Vida.
El amor es la propia mente de la Divinidad y se encuentra en todas y cada una
de las infinitas partículas que constituyen el cuerpo del creador, de ti y de
mí. Es por ello que me pregunto, muy seriamente ¿Está bien dicho el día de los
enamorados? Cuando escuchamos esa expresión, todos sabemos que nos estamos
refiriendo a las personas que poseen algún tipo de relación de pareja. En el
día de San Valentín, los chicos obsequian perfumes a las mozas que ocupan su corazón
y ellas les corresponden con un sensual beso en sus mejillas.
Nadie se plantea comprarle a su
madre un frasco de colonia para decirle cariñosamente, al oído: Madre te
quiero, estoy enamorado de ti. No, no se dice porque estaría mal visto y fuera
de lugar en el contexto del actual sistema y sin embargo sería correcto, porque
follar no tiene porqué ser amar y la relación de pareja tampoco puede estar
motivada por un previo acto de amor. Quien Ama, Ama. Así de claro. No podemos
decir Amo a mi Señora y odio a mi vecino. Eso no es posible, quien Ama, Ama a
todo y a todo el mundo como San Francisco de Asís. El estar enamorado es una
especie de arrobamiento místico que nos eleva a la categoría de la divinidad.
Por supuesto que se puede amar a
la pareja sexual, como se ama a los padres o a los hijos, siempre diferenciando
los matices correspondientes; pero no se puede amar de forma parcial. Muchos y
muchas creen estar enamorados y simplemente están sujetos a una esclavitud
química de carácter hormonal y eso no es amor aunque pudiera estar acompañada
de verdadero amor. El Amor es algo Universal y el intentar parcelarlo y exclusivizarlo
es propio de ignorantes o gentes sin escrúpulos.
Vaya esta breve reflexión, en
este día de los grandes almacenes, como mi regalo para todos y todas vosotras
deseando, con sinceridad, que encuentren el verdadero Amor. Si lo tienen ya, los
y las felicito; pero si todavía no lo han encontrado recordarles que es un
sentimiento divino que está para compartirlo con todos los que nos rodean, con
nuestros semejantes, se encuentren cerca de nosotros o muy lejos en la
distancia. Quien de verdad se encuentra enamorado Ama por doquier y desprende
ese sentimiento, magnánimamente, sin egoísmo alguno, cual magníficas perlas cargadas de uno mismo,
de Dios.
Gracias Noemí, te quiero
Aralba