Antonio Ruiz Alba (Discípulo de la Rosicrucian Fellowship) Alumno Probacionista: "4469"
Recuerdo cuando tras años de
probacionismo, como Estudiante Rosacruz, recibí la llamada del Maestro Interno
para embarcarme en el Discipulado con la única misión de plantar el vínculo ecuménico entre los diferentes organismos Rosacruces en el Mundo de los Efectos.
Desde aquel día han pasado muchos
años y nos han acompañado muchas vicisitudes y dificultades de carácter personal, principalmente. En primer lugar,
para poder contactar con las corrientes rosicrucianas más importantes no nos quedó
otro remedio que afiliarnos, de forma simultánea, a dos de las más señaladas del Mundo, por aquel entonces: La Antigua y Mística Orden Rosae Crucis (AMORC)
y el Lectorium Rosicrucianum o Escuela Internacional de la Rosacruz de Oro, por aquel entonces, Aurea en la actualidad y de las que conservo muy gratos
recuerdos.
Es evidente que mi militancia,
como Discípulo, en la Rosicrucian Fellowship me impidió involucrarme más
intensamente dentro de dichas organizaciones; pero nos sirvió para comprobar
que, a pesar de opiniones contrarias, sí podría ser considerado un encuentro
dialogante, ecuménico, entre las diferentes tendencias u obediencias rosicrucianas.
Evidentemente, nuestra misión no
tuvo jamás nada que ver con la estructura humana y oficial de la Rosicrucian
Fellowship. Ningún Miembro Dirigente, de forma oficial, me dijo haz esto o haz lo otro, sino que surgió, a título personal, como un Camino individual que
me marcara el Maestro Interno y que no solo no me quedó más remedio que seguir sino
que lo hice, de buena gana, con mucho amor e ilusión.
Una de las cosas que más me llamó
la atención es cómo todas venían a decir una misma cosa; pero con unos
lenguajes un tanto diferentes e incluso, en algunas ocasiones, aparentemente
divergentes.
Durante algo menos de un año
estuvimos dirigiendo el Centro Rosacruz de la Fraternidad en Madrid y empezaron
a hacerse cosas muy interesantes como abrir al público una serie de
conferencias fuera de los ámbitos dominicales y desarrollarse un humilde
boletín que con el paso del Tiempo, no estando ya, quien suscribe, en la
dirección, llegó a tomar cierta enjundia; pero nuestras discrepancias e
incompatibilidad de carácter con quien, todo hay que decirlo, mantenía con su
dinero el Centro de Madrid en la Calle Mayor, 6 – 3º 6, Don Francisco Nacher, nos
hizo desistir y abandonar de forma definitiva nuestra vinculación operativa con
el Centro de Madrid.
Yo fui el primero que abandonó el
Trabajo Operativo en Madrid; pero poco después nos siguieron otros, dado el carácter
mesiánico de quien mantenía el alquiler del edificio de la Fraternidad y su
afán incontenible de querer tener siempre la razón en todo, hasta tal punto de
introducir ciertos modos y comportamientos mediúmnicos de sanación
incompatibles con las enseñanzas de la Fraternidad Rosacruz.
Con el paso del Tiempo, algunos
de los amigos de la Fraternidad que habíamos abandonado o que habían sido
expulsados sin motivo alguno, más que por simple discrepancia con el Sr. Nacher, decidimos tomar
el camino de la masonería, donde nuestro Trabajo podría ser continuado sin
algún tipo de interferencias y así hemos seguido desde el año 1994 cuando
fuimos iniciado como Aprendiz Masón.
Es para nosotros un verdadero
orgullo haber descubierto que alguna de dichas organizaciones, en este caso concreto
el Lectorium Rosicrucianum, emprendió un camino de Ecumenismo y que no ha
abandonado al presente. Sinceramente, no sabemos hasta qué punto la semilla que
intentamos plantar tanto en la Ciudad de León como aquí mismo en Madrid, tiene
que ver con dicho asunto. Queremos entender que tan solo se trata de
sincronicidades cuya sintonía proviene de los planos internos, más
concretamente de Shámbala, el reflejo del Pleroma o Mundo Original dentro de
nuestro Universo.
También es una satisfacción, para
nosotros, observar como las diferentes organizaciones rosacruces se van convirtiendo
en más abiertas a la hora de defender determinados conceptos o dogmas
doctrinales. Cosa por otro lado, esa cerrazón, que era completamente contraria
al Espíritu del real o simbólico, no importa demasiado, Cristian Rosentkreutz.
En la actualidad, el movimiento
ecuménico de entendimiento y diálogo entre todas las organizaciones
rosicrucianas es algo que se ve como normal y necesario dado que el Cuerpo de
la Humanidad, como Organismo, es una Unidad y un Todo. Toda la información
necesaria viene contenida en nuestro interior grabada en nuestro propio código
genético. Otra cosa, muy distinta, es que poseamos la llave para acceder a
dicho conocimiento del Adam Original.
Ese trabajo de mostrar el
Problema, la puerta y donde se encuentra la llave, es el que mantienen todas y
cada una de las organizaciones rosicrucianas y que han tenido que divergir en
muchas y diversas formas con el único fin de llegar a todas las partes del
Cuerpo de la Humanidad. La Humanidad viene a ser como un Espectro Luminoso que
fuese desde el Ultravioleta hasta el Infrarrojo y más allá, uniéndose ambos
extremos a modo de una cinta de Moebius, demostrándose la certeza de que los
extremos se tocan, siendo cualquiera de esos extremos cualquier punto de la
cinta de Moebius en cuestión.
Quienes no habiendo descubierto
la trascendencia filosófica de la Rosacruz, manteniéndose en la superficialidad del sentimiento
religioso, todavía no se encuentran preparados para asumir esa Verdad y
convertirse en Discípulos del Ecumenismo Rosacruciano; pero esa es la labor que
nos ha sido encomendada por los más elevados dignatarios de la Rosacruz,
nuestros Hermanos mayores de la Humanidad: No desistir en nuestra infatigable y
luminosa labor de mostrar que, en realidad, no existe diferencia alguna cuando
nos elevamos lo suficiente. Esas aparentes divergencias son solo activas en
planos de manifestación muy bajos; pero a medida que vamos observando que la
Luz es un Todo inseparable, somos capaces de entender que tan Luz y verdad es
lo Blanco como lo negro, lo infrarrojo como lo ultravioleta y lo amarillo como
lo rojo o azul. Es decir que aunque no seamos capaces, por nuestra propia
evolución, de observar una determinada luz no es que no exista es solo que no
estamos capacitados para observarla.
La sombra es algo intrínseco a la
propia Luz y una persigue a la otra, allá donde nos movamos o encontremos. No
podemos eliminar la sombra, solo ocultarla, como tampoco podemos eliminar la
Luz, solo ocultarla a los ojos que no están preparados para observa el espectro
electromagnético al completo.
El Ecumenismo Rosicruciano es
algo que está plenamente activo y que seguirá adelante pese a quien le pese, y
salvando todas la barreras que se le quieran poner por delante; porque no es
algo que haya salido de nosotros sino que se trata de una misión Impuesta por
nuestros hermanos mayores de la Rosacruz y que, somos consciente, seguimos una
legión de estudiantes, probacionistas y discípulos de las enseñanzas esotéricas
del gnosticismo que conlleva la Tradición Ancestral, porque no se trata de otra cosa que de la
llamada del Señor a Jonás para predicar en Tierra extraña, Nínive, y si nos
negamos, el Propio Sistema nos rechazará como elementos ajenos a él y seremos
lanzados al Océano de la Vida donde el Pez del Señor nos devorará para vomitarnos, transmutados, después en
el Lugar marcado por nuestro propio Destino.
Aralba