Cuando las estrellas nos llamen y Ediciones Atlantis tienen el placer y el honor de anunciar que asistirán a CiFiCOM 2011 en Madrid en octubre los días 8 y 9. Falta todavía por parte de la organización cuadrar horarios y demás, pero ya es definitivo: habrá presentación, firma y venta de libros. Además está previsto un sorteo de ejemplares entre los asistentes. Os mantengo informad@s sobre todos los detalles que se irán cuadrando con el tiempo. Pero ya puedes decir a tus amigos que Vicente Hernándiz firmará ejemplares de su libro de ciencia ficción "Cuando las estrellas nos llamen" en este magnifico evento. No puedes faltar ¡Te esperamos!
http://www.cificom.es/
PRÓLOGO
1.2 -La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima del agua.
1.3 –Dios dijo: Haya luz, y hubo luz.
1.26 –Y dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra...(Génesis–Antiguo Testamento)
1.26 –Y dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra...(Génesis–Antiguo Testamento)
La opinión más extendida, en el ámbito científico, establece la teoría de que la vida evolucionó, a partir de la materia inerte, en algún momento posterior a los 4.400 millones de años, es decir, cuando se dieron las condiciones para que el vapor de agua pudiera condensarse por primera vez, pudiéndose afirmar, con cierta tranquilidad y como fecha más aproximada, que la vida aparece en la tierra hace unos 3.800 millones de años. También nos dicen, y con mucha mayor aseveración esta vez, que el Homo Sapiens, es decir, nosotros, comenzamos a dar nuestros primeros pasos hace unos 200.000 años. Desde ese primer ser unicelular que, con tanta fortuna y acierto, comienza la andanza por, este, nuestro planeta, hasta la aparición de los primates superiores y posteriormente los primeros homínidos, hay todo un abismo temporal de por medio.
La teoría de Darwin y Wallace, junto con las leyes Mendelianas y los estudios paleontológicos, han podido dar una tenue explicación a la evolución que este ser unicelular ha ido padeciendo hasta llegar a lo que los eruditos en la materia han llamado “Sahelantropus Tchadensis” primer homínido, (6-7 millones de años), pasando por la aparición de los primeros seres pluricelulares “610 millones de años”, los anfibios “300 millones”, los mamíferos “200” y las aves “100 millones de años”. De igual manera se ha explicado la aparición de los primeros bípedos “Australopithecus” (4-2,5 Millones de años) y la del “Homo Neanderthalensis” (230.000 años) coetáneo en tiempo y lugar del “Homo Sapiens”.
Pese a todo este despliegue de datos y aseveraciones, lo más complicado parece ser el poder determinar cómo y dónde aparece esta vida, ya que, hasta la fecha, no se ha podido determinar, valga la expresión, a ciencia cierta, estas dos cuestiones, puesto que el cómo está envuelto en una fuerte controversia de discusión, dado que los múltiples modelos, teorías, postulados o experimentos afines, que han tratado e intentan recrear, en primer lugar la aparición de moléculas orgánicas, y posteriormente las células, no han tenido ni éxito ni el respaldo de la comunidad científica en general, ya que siempre han surgido problemas que no dejan explicar la totalidad de los pasos necesarios y factibles para alcanzar el resultado de la recreación de la vida, habiendo solamente obtenido pequeños logros en esta empresa; y el dónde, que ha generalizado dos posturas que, sin éxito también, se debaten entre, si se ha dado en la tierra como algo propio, autóctono o incluso, para algunos, único, y la hipótesis de que en algún momento posterior al Big Bang, hace unos “13,700 millones de años” se dio en determinado punto o puntos del universo, “Teoría de la Panspermia”, y que, posteriormente, pudo diseminarse por su entorno.
La ventaja de las hipótesis de un origen extraterrestre de la vida primitiva es que incrementa el campo de probabilidad para que la vida se desarrolle, ya que todo el universo puede ser punto de origen y, por qué no, aparecer en mas de uno, pudiendo con posterioridad, una vez que se ha generado en ese determinado lugar, ser extendida por la galaxia hacia otros sistemas estelares a través del material cometario, haciéndose factible el haber llegado a la tierra de esta forma. Esta idea ha recibido impulsos debido a recientes descubrimientos sobre microbios muy resistentes.
Si científicamente se puede asumir como hipótesis válida cualquiera de los postulados descritos, también podremos, elevando el tono de la ficción, postular una posible ayuda en esta tarea de esparcid lo que, quien lo impulsa, posee, es decir, vida. Pudiendo con ello, y volviendo a subir el listón de la ficción, perdurar estas formas orgánicas tal y como, quien lo propusiera, lo conozca y sea. Aportando, de esta manera y en esta distribución o diseminación, idénticas formas genéticas para la transmisión de la herencia y el carácter de quien lo genera, así como la posibilidad de recrear una naturaleza con plantas y animales de similares características, es decir, replicar su entorno.
Una vez alcanzado esta utópica realidad y teniendo en cuenta la tremenda dificultad y maraña de problemas que puede suponer el poder determinar como se ha podido dar los pasos propios y necesarios para, desde los primeros homínidos, llegar al homo sapiens, y con ello a nuestro nivel actual de desarrollo tecnológico, por que no, agregando otro peldaño a la ficción, afirmar que quien ha distribuido intencionadamente la vida por la galaxia, y por ende en la tierra, y asumiendo, con otro implemento de la imaginación, que su nivel tecnológico llegó, en cierto momento, a tasas jamás imaginadas por escritor alguno, pudo, porque no, y de esta manera, teniendo la capacidad posibilitar, con pequeños toques magistrales, la evolución homínida hasta la aparición del ser humano.
Indudablemente, todo este planteamiento o hipotética forma de resolver la evolución hasta llegar a la aparición de la inteligencia tal y como la conocemos por ser parte de nuestra identidad, es, desde el mas puro sentido novelesco, ciencia ficción. Una ciencia ficción que trata de contestar a muchas de las preguntas que cotidianamente nos hacemos, no solo del cómo y dónde de la aparición de la vida, sino de la eterna pregunta de si es una casualidad y estamos solos, o si por el contrarios se ha dado mas veces, o si, tal y como yo siempre he creído, la vida en la tierra es traída de otro lugar, bien accidentalmente o por voluntad de esparcirla.
Si cogemos muchos relatos de la antigüedad y de diferentes culturas, encontraremos que la humanidad, desde que ha podido plasmar por escrito o en gravados sus momentos mas impactantes o significativos, ha dedicado muchos esfuerzos a dejar patente, con multitud de referencias, las acciones de agentes externos que han ido dando cobertura a ciertas etapas de nuestro desarrollo cultural. Todo este bagaje cultural y, posiblemente referente de algo que nuestros ancestros vieron y padecieron, siempre ha quedado sin la necesaria investigación que pueda dar luz a ciertos hechos que hasta la fecha están todavía sin aclarar sustancialmente, pero que pudieran ser, por qué no, mensajes de una labor encaminada a ser descifrada en un futuro, en donde se sea capaz de entender con el prisma de la ciencia y no de la superstición.
Al respecto de esto, no voy a entrar en la osadía de la aportación de las referencias que pudieran respaldar esta afirmación, ya que no pretendo convencer, solo me propongo exponer lo que, bibliográfica y tácitamente, es un hecho debatible en otro foro o momento. Lo que sí pretendo, con esta narración, es novelar hipotéticamente una plausible explicación a esos saltos cualitativos que los primates padecieron hasta la aparición del homo sapiens, siempre con la identidad inestimable de la ficción, en donde quien hubiera o hubiese tenido la capacidad y la voluntad, propició propagar su forma de vida, no solo en la tierra sino en otros lugares de nuestra galaxia, habiendo protegido su obra, de brotes antagónicos y desafiantes, hasta cierto momento en donde, de forma paternal, el padre debe dejar que sus retoños aprendan a valerse por ellos mismos.
Después de todo lo comentado, debo de indicar que lo esencial y primordial de la narración no es el hecho en si de la evolución, sino la posibilidad de tener, en nuestro entorno, primos hermanos que, de igual forma que nosotros, estén día a día tratando de resolver problemas de idéntico alcance, así como si hay o existen peligros que nos puedan acechar en algún momentos, puedan, ellos, ser tan vulnerables o susceptibles a padecerlos como lo podamos o seamos nosotros, por lo que siempre deberíamos estar receptivos y atentos a ver como factible, dentro de una ficticia hipótesis, que esto pueda ser cierto y por lo tanto estar expectantes y no descartar la posibilidad de que en algún momento, las estrellas nos llamen.
Vicente Hernándiz
Extraido de la Página del Autor:
http://cuandolasestrellasnosllamen.blogspot.com/2011/08/prologo-de-cuando-las-estrellas-nos.html