Homenaje de la Orden Iluminista, a uno de sus más venerables Fratrers.
TANTRA
Posted: 9 octubre, 2010 by SILVERIO in El Tantra: Antecedentes Históricos
Según varias investigaciones tanto arqueológicas como antropológicas, el Tantra se puede rastrear incluso hasta hace 20.000 años. El Tantra se basaba antiguamente en la percepción de la vida como resultado de un acto de amor hacia el universo y todas las criaturas vivas, y se asociaba con la fertilidad. Su actitud hacia el sexo no es como la actual, donde debido a la influencia de la tradición judeocristiana, nos parece que el acto sexual es peligroso, tabú, e incluso malo o no deseable. En esta disciplina, la búsqueda es en un sentido espiritual la comunión total con el universo y una armonía con la energía de la vida, una trascendencia del espacio y del tiempo. De ahí, que de su práctica se alcancen muchas veces experiencias místicas, que superan la dualidad de la materia y la esencia y que alcanza una unidad consumada en la identidad de la diosa y el dios Shiva y Shatki. Así, el misterio del Tantra es la manifestación de lo oculto y lo conocido, es tener la capacidad de aprender la totalidad y no se basaba únicamente en las prácticas sexuales, sino que incluía también la meditación profunda y el uso de varios sacramentos.
En la India, esta concepción de mundo se convierte en religión aproximadamente en el 800 a.e.c (antes de la era común), y constituye el momento de mayor apogeo tántrico en la historia. Se construyeron templos eróticos sagrados, y había mucha literatura al respecto. Cuando India fue invadida, el Tantra fue prohibido, la mayoría de los templos fueron destruidos y sus practicantes fueron perseguidos. Sin embargo, subterráneamente se mantuvo esta práctica que ha llegado hasta nuestros días. Hoy en día, ante la carencia de una verdadera guía espiritual que sienten muchas personas, el Tantra ha resurgido como una opción. Antes que nada hay que comprender que aún cuando se plantea como una práctica sexual, el objetivo final o la meta no es el placer, sino que el sexo es sólo una herramienta para despertar la energía que se encuentra dormida en nuestro cuerpo, y así entrar en contacto con la energía misma de universo.
Según varias investigaciones tanto arqueológicas como antropológicas, el Tantra se puede rastrear incluso hasta hace 20.000 años. El Tantra se basaba antiguamente en la percepción de la vida como resultado de un acto de amor hacia el universo y todas las criaturas vivas, y se asociaba con la fertilidad. Su actitud hacia el sexo no es como la actual, donde debido a la influencia de la tradición judeocristiana, nos parece que el acto sexual es peligroso, tabú, e incluso malo o no deseable. En esta disciplina, la búsqueda es en un sentido espiritual la comunión total con el universo y una armonía con la energía de la vida, una trascendencia del espacio y del tiempo. De ahí, que de su práctica se alcancen muchas veces experiencias místicas, que superan la dualidad de la materia y la esencia y que alcanza una unidad consumada en la identidad de la diosa y el dios Shiva y Shatki. Así, el misterio del Tantra es la manifestación de lo oculto y lo conocido, es tener la capacidad de aprender la totalidad y no se basaba únicamente en las prácticas sexuales, sino que incluía también la meditación profunda y el uso de varios sacramentos.
En la India, esta concepción de mundo se convierte en religión aproximadamente en el 800 a.e.c (antes de la era común), y constituye el momento de mayor apogeo tántrico en la historia. Se construyeron templos eróticos sagrados, y había mucha literatura al respecto. Cuando India fue invadida, el Tantra fue prohibido, la mayoría de los templos fueron destruidos y sus practicantes fueron perseguidos. Sin embargo, subterráneamente se mantuvo esta práctica que ha llegado hasta nuestros días. Hoy en día, ante la carencia de una verdadera guía espiritual que sienten muchas personas, el Tantra ha resurgido como una opción. Antes que nada hay que comprender que aún cuando se plantea como una práctica sexual, el objetivo final o la meta no es el placer, sino que el sexo es sólo una herramienta para despertar la energía que se encuentra dormida en nuestro cuerpo, y así entrar en contacto con la energía misma de universo.
El Tantra en el Occidente resulta de muchas tradiciones tales como la hindú, la budista, la taoísta, la gnóstica y muchas otras formas consideradas paganas por la religión establecida. Ahora, muchas de las prácticas tántricas son independientes de la religión que se profese y no ponen en peligro nuestras creencias. Simplemente, el Tantra puede ser entendido como una sacralización del sexo. Al hablar de sacralización sexual, nos referimos a una visión de la sexualidad ritualizada que puede llevar a un sentido espiritual del mundo que nos rodea, y mediante la cual podemos llegar a alcanzar niveles superiores de compenetración con la vida misma y con nuestra pareja. De esta manera, el Tantra se presenta como una opción para liberarnos de muchos tabúes sexuales, de mitos y de prohibiciones que para el Tantra resultan antinaturales, ya que el sexo es fundamental para la creación y para nuestra existencia.
Hay que llamar la atención sobre el hecho de que muchas de los preceptos tántricos pueden sonar extraños o sorprendentes, pues provienen de otra cultura y no hay que perder esto nunca de vista. Más bien, debemos prepararnos a tener una mente abierta y respetar las costumbres que parezcan extrañas, e incluso aprender de estas costumbres, pues tal vez para tener una mayor satisfacción sexual es necesario dejar de verlo como mero placer físico, y comprender que en el momento del acoplamiento sexual podemos comunicarnos con fuerzas que normalmente rechazamos por desconocidas, y que el sexo puede ser espiritual y trascendental.
El Tantra: Un Camino Espiritual de Éxtasis
La sexualidad da origen al milagro de la vida, es mediante ella que la creación es posible, y es por eso que aunque lo negamos, la sexualidad rige gran parte de nuestro mundo. Ahora, no se sabe desde cuando, pero hubo un momento en que los seres humanos se separaron de una visión integral del sexo, y se volvió sólo una forma física de obtener placer, y el medio para tener hijos, dejando de lado todas las implicaciones espirituales. Sin embargo, en el Oriente hubo una cultura que guardó esta tradición, donde la sexualidad era todo un camino para elevarse, trascender y alcanzar un despertar total mediante el cual se relaciona con el universo entero. La disciplina que recupera y guarda con celo todo el conocimiento y las técnicas de sexualidad espiritual se ha conocido por siglos como Tantra. De esta forma, la sexualidad era todo un ritual para esta cultura, y se comprendía como una expresión de unión .
El Tantra era y es el rendimiento total y el abandono de cualquier condicionamiento cultural, mental e incluso emocional, de manera que la energía del universo regrese a nosotros y podamos verdaderamente ser libres. Cuando las culturas se fortalecieron, se asentaron y se instituyeron como patriarcales, tal conexión se fue olvidando. Llegó la cultura judía y otras religiones monoteístas que vieron en el sexo todo un sistema de prohibiciones, en tanto era animal y alejaba de Dios. En ese momento, ocurrió la separación entre cuerpo y alma, y se entendió el cuerpo como cárcel del alma, y la sexualidad (mediante la cual, el demonio tentó a Eva, y por la cual se cometió el Pecado Original), se convirtió en representación de lo maligno, de pecado y abandono de lo espiritual, se convirtió en hambre de placer animal. Y una de las consecuencias más negativas de este suceso, fue que se perdió la sexualidad espiritual, que cambiaba el miedo y el apego en amor y poder universal. Así, hoy en día, y tal vez debido a que las relaciones entre Oriente y Occidente se han afianzado, el Tantra ha vuelto a resurgir como una respuesta, como una búsqueda más de alcanzar a Dios.
Así, el sexo es para el Tantra, el camino que lleva a Dios, por eso es sagrado y no debe ser reprimido ni entendido como pecado. Según parece, existe una fuerte relación entre el Kama Sutra y el Tantra, pues el primero es el tratado de la sexualidad con una perspectiva tántrica. Además, Kama es también el nombre de la diosa del amor hindú, y el Tantra lo que busca es el amor sin represión alguna. De esta forma, la búsqueda del Tantra es la unión con el universo, el orgasmo con el universo, con la energía vital. Cuando se logra despertar la energía que tenemos dentro mediante la sexualidad, es cuando se han despertado los chakras o el kundalini, que son esa fuerza vital que vincula con todas las cosas, con todos los seres, con Dios. Es así, como quienes practican el Tantra se vuelven menos codependientes, neuróticos y celosos; pues adquieren una armonía con la totalidad de la existencia que elimina cualquier visión o sentimiento negativos y descubren su ser interior.
Apuntes tomados de una artículo que leí hace tiempo, y que le he dado forma literaria, para la curiosidad de quien quiera leerlo, y evidentemente como os digo siempre, intentar ser felices.
Página de Origen: El Candil de los Pensamientos: