Un Illuminati solo debe obediencia a su Consciencia
0.- ¿están preparados para
enlazar la Gnosis y el Universo cuántico?
1- Todo el mundo, a día de
hoy, reconoce que la física tradicional, newtoniana, está ampliamente superada
independientemente de que nos siga siendo de utilidad para los aconteceres
cotidianos, incluyendo en estos, los ya naturales viajes espaciales dentro de
los confines del Sistema Solar.
2 - El conocimiento
antiguo, la Gnosis lo es, está fundamentado más en la intuición humana que en
el empirismo, propiamente dicho, o en lo que, en la actualidad, denominamos
como Ciencia. Es más que evidente que en nuestro más remoto pasado ni el
término ni sus métodos de investigación habían sido inventados. Lo curioso del
caso es que nuestra Ciencia más reciente y actual, la Física Cuántica lo es,
según va descubriendo cosas se pone en armónica consonancia con lo que se suele
denominar como conocimiento antiguo o Gnosis.
3 - En este humilde y
breve trabajo no vamos a utilizar, por respeto al lector ocasional, términos
propios de la Física de partículas que, como técnico en Electrónica, estoy en
la obligación de conocer; dicho esto, no obstante, sí que procuraré armonizar e
incluso explicar, para su correcta comprensión, algunas expresiones habituales
de la Ciencia y su correspondencia con la parte más conocida del lenguaje
utilizado por los gnósticos.
4 - Éste trabajo, que
vamos a comenzar, utiliza el argot de los gnósticos valentinianos y cuya
terminología, para los más curiosos, podrán encontrarla en su Libro: Pistis
Sophía, considerada por los eruditos como la Biblia de los Gnósticos.
Comenzaremos explicando lo
que quieren decir, en nuestro contexto, los términos Gnosis y Pistis Sophía. Me
consta, soy muy consciente de que podrán encontrar, fuera, otras explicaciones
e interpretaciones; pero que solo tendrían relevancia dentro de su contexto,
filosófico, teológico, psicológico..., etc. y no es el caso.
Gnosis podría
interpretarse, de forma vulgar, como Conocimiento; pero para los gnósticos,
este término griego suponía mucho más, dado que cuando ellos hablaban de Gnosis
lo hacían refiriéndose a la Verdad del Todo, un conocimiento interior, no
aprendido por la experiencia, sino algo que vendría incorporado con todos
nosotros, al menos una porción, por el mero hecho de haber nacido; es decir se
trata de una suerte de Conocimiento divino que nos acompaña del nacimiento a la
tumba y que sobreviviría a ésta última, pues pertenecería al Ser eterno e
inmortal que cabalgaría al hombre ordinario, su personalidad visible y
tangible.
Respecto a la palabra
Pistis Sophía decir que su significado para los gnósticos vendría a ser algo
así como la Sabiduría (Sophía) de la Fe (Pistis) y aquí debemos pararnos un
poco para explicar, independientemente de que sabiduría todo el mundo lo tiene
claro y su relación directa con la Filosofía, que el término Pistis o Fe, nada
tiene que ver, en absoluto, con creencia, creer o la fe teológica que enseñan
las religiones.
Fe, en el contexto
gnóstico significa, más o menos, la evidencia de lo que no se ve, la certeza de
lo que no se conoce. En la terminología moderna, es evidente, nos estamos
refiriendo a la Intuición. Algo que nos dice que algo es así sin que antes nada
ni nadie nos lo hubiese comunicado; pero entonces ¿cuando hablamos de Gnosis y
de Fe, nos estamos refiriendo a una misma cosa? Veremos que tienen una relación
muy íntima; pero que se refiere a dos conceptos diferentes.
El término Gnosis es más
general y se referiría a la esencia de Todo, el Pleroma que ya veremos, y la
Pistis o Fe se correspondería con la porción de la Gnosis a la cual todo
individuo, de forma particular, tiene acceso por el mero hecho de existir.
5 - Como dijimos al
principio, la Ciencia newtoniana nos ha venido sirviendo durante los
aconteceres cotidianos de la humanidad y, además, ha servido para dar un gran
impulso tecnológico a nuestra Civilización; pero se queda miope ante los nuevos
acontecimientos que la nueva ciencia va vislumbrando; sería, por decirlo de
algún modo, como si nuestros científicos llevasen unas anteojeras que les
impidiera observar de una forma más amplia o global. Esto nos lleva a pensar
que aunque la ciencia de andar por casa funciona, su base o cimientos deben
contener algo falso, erróneo e impropio.
Muy a pesar de que los
matemáticos y los físicos se vienen llevando a matar, lo cierto es que la base
que viene sustentando a la Física es la aritmética. ¿Podría existir un error
básico en nuestra matemática que estuviese impidiendo a los físicos vislumbrar
una realidad más amplia?
Nosotros intuimos que sí.
La incorporación de la aritmética árabe supuso un paso importante hacia la
modernización de nuestra sociedad y el álgebra fue la base que permitió tanto a
Leibniz como a Newton el desarrollar el cálculo infinitesimal y que ha
permitido que podamos situar satélites artificiales en órbita geoestacionaria o
utilizar las órbitas de los planetas exteriores como aceleradores o freno de
las sondas interplanetarias utilizando lo que se conoce como tirón
gravitatorio; pero si todo esto se ha conseguido gracias a la ciencia de
Newton, basada en la aritmética árabe ¿qué es lo que está impidiendo conseguir
poner de acuerdo a la física tradicional con la física cuántica? ¿Por qué lo
que sirve para lo macro cósmico sin embargo falla en lo nano cósmico?
El cero fue un gran
descubrimiento y que permitió que las matemáticas pudiesen trabajar con
decimales; es decir, antes con el Sistema Romano solo se podían contar números
enteros; es decir teníamos una, dos, tres o ninguna manzana. No había modo de
cuantificar media, un cuarto o una y tres cuartos de manzana. El Sistema de
números romanos impedía esta posibilidad e incorporar el cero a la aritmética
supuso un paso de gigante.
Pero y si ese paso tan
importante también nos cortó las alas y me explicaré. El cero como instrumento
decimal para indicar fracciones es muy útil; pero dado que también se utiliza
como concepto, nos podría estar poniendo la zancadilla y me explicaré.
Todos sabemos que el
concepto de infinito viene implícito en las matemáticas, un ejemplo es el
número Pi, cuyos decimales son infinitos; pero el cero como concepto de nada
consideramos que está equivocado; es decir podemos tener dos, una o ninguna
manzana; pero es una entelequia contabilizar cero manzanas. Piensen un poco y
verán lo lógico de este pensamiento. O se tienen determinadas manzanas o no se
tienen; pero indicar que tenemos cero manzanas es incoherente.
Desde pequeños nos han
educado para que aprendamos los conceptos de cero o nada e infinito y ¿si esos
conceptos o al menos uno de ellos estuviesen equivocados? La progresión
numérica, sea del tipo que sea, nos sugiere la infinitud tanto por arriba,
decimales hacia la derecha como por debajo, los decimales hacia la izquierda.
Por lo tanto, el concepto de infinito es presumiblemente cierto, en ambos
sentidos; pero no así el de la nada; el de que en algún momento, antes del principio,
pudiese existir algo inexistente o nada. ¿Entienden la incongruencia lógica?
Si somos capaces de
entender este punto, podremos pasar a entender el concepto del Pleroma, la
infinitud divina o el Todo.
6 - ¿cómo es posible que
algo pueda estar equivocado si define a la perfección nuestro Universo?
Quisiera ponerles una analogía como ejemplo. Supongamos que tenemos una inmensa
piscina de aceite y que no posee fondo; pero se nos ha ocurrido que en su
centro queremos construir una casa.
No podemos usar pilares
para sustentarla dado que nuestra hipotética piscina no posee fondo; pero hay
un modo de que podamos construir una casa en su superficie si antes construimos
una balsa con troncos de madera lo suficientemente extensa como para que
podamos construir sobre ella.
Supongan esa piscina
infinita, vendría a ser la sustancia del Todo, el Pleroma o Divinidad. La balsa
de madera no sería otra cosa que el objeto o los pilares que sustentaran a
nuestro Universo y la casa construida sería propiamente el Universo.
En el siglo XVII, los
redactores de los manifiestos rosacruces nos recordaron que no existe el
espacio vacío. Ese concepto es tan antiguo como el propio hermetismo y los
filósofos griegos lo tenían muy en consideración. Para los antiguos la nada era
algo que no se podía tener en cuenta, era incomprensible.
Para ellos existían cinco
elementos esenciales, la Tierra, el aire, el agua, el fuego y el quinto que
contenía a todos los demás era la quinta esencia o éter. Él éter vendría a ser
rescatado de la antigüedad por el Ingeniero Nicola Tesla; dado que no se podía
sustentar que las ondas electromagnéticas pudieran transmitirse por el vacío
absoluto.
Era inconcebible que algo
pudiera transmitirse por donde no hay nada y aparentemente nada había, pues ahí
estaban los experimentos que demostraban esa extrañeza y solo había dos
posibilidades: o las ondas podían transmitirse por el vacío y toda la física
estaba equivocada o existía una sustancia tan sutil que podía impregnarlo todo,
incluso lo que denominamos como vacío, sin que pudiese ser detectada.
Tesla rescató el concepto
de éter y fue utilizado por todos los ingenieros por décadas hasta que la
ciencia decidió que eso era imposible y el éter fue eliminado de los libros de
física y electrónica.
Hasta que recientemente
fuese rescatado, de nuevo, en la forma del Campo de Hights y cuyo
funcionamiento teórico sería prácticamente calcado al planteado por Tesla.
Los antiguos siempre
tuvieron la razón, el vacío absoluto es imposible, la nada es una entelequia y
donde parece no haber algo está lleno de todo, llámenlo, éter, campo de Hights,
esencia divina, Mente Universal, Pleroma o "piscina de aceite"
El Pleroma es el nombre
que los gnósticos daban a la divinidad y el Pleroma, para ellos, era infinito,
no conocía límites y además eterno; es decir, que nunca había conocido un
principio ni jamás conocería un final.
Evidentemente también era
omnisciente y omnipresente pues todo estaba constituido de partículas del
Pleroma, la Unidad absoluta. Nada podía ser ajeno al Pleroma aunque, como
nuestro Universo y muchos infinitos otros universos más, hubiesen sido
construidos de y en su interior como nuestra ficticia casa construida sobre la
superficie de una piscina de aceite.
En nuestro Universo, el
Plano cuántico supone el fluido de aceite en la piscina y donde aparentemente
es imposible construir nada; pero si nos damos cuenta, entre el universo
cuántico y el mundo de la materia hay una suerte de gradación de progresiva
densidad y lo que permite que lleguen a existir cosas que pueden sentir y
moverse. Esa costra vendría a ser como los maderos colocados en nuestra piscina
y que sustentara la casa y que, en nuestra analogía, no sería otra cosa que
nuestro universo físico.
Ahora puede entenderse
que, a pesar de que nuestro universo está constituido de la sustancia del Pleroma,
sin embargo las leyes que rigen en él nada tienen que ver con el
"supuesto" caos que regiría en el Pleroma, nuestra balsa de aceite y
donde tanto el tiempo como el espacio o la gravedad y el resto de fuerzas no tendrían
cabida.
No quisiera dejar para
otro momento el indicar que lo mismo que teóricamente existiría una infinitud
hacia lo macro cósmico también existiría una infinitud hacia lo nano cósmico;
es decir, podríamos imaginar mundos auto contenidos, unos dentro de otros, en
una progresión desde una infinitud hacia lo grande hasta una infinitud hacia lo
minúsculo a modo de una muñeca matriusca rusa.
Me consta que el infinito
es difícil de aceptar; pero volveremos sobre ello más veces.
7 - Los cosmólogos, en una
inmensa mayoría, están de acuerdo en que el comienzo del Universo se produjo tras
una gran explosión, el big bang; pero lo que les viene trayendo de cabeza es
¿qué hubo antes de la gran explosión? Hasta hace nada se hablaba de una
infinitamente pequeña singularidad y de una gran densidad.
Este concepto, si se
medita con detención, provoca en la mente una especie de vértigo e
incomprensión ¿a ver, a ver, como es eso posible?; es decir, según ese
criterio, el tiempo y el espacio comenzaron con el big bang y el espacio que
comenzaron a ocupar las partículas producto de la explosión no existía, era la
Nada. Como vimos, la nada como concepto es una entelequia que nos impide
progresar e ir más allá. Es un concepto creado por la Religión para demostrar
el todo Poder de la supuesta Entidad que creara el Mundo.
Ante esa tesitura,
planteamos a un conocido astrónomo jesuita, el ¿por qué no se había considerado
que jamás hubo un principio y que jamás habrá un final?; es decir, que todo lo
existente siempre ha sido, eternamente, aunque se encuentre en permanente
transformación. El mentado profesor de cosmología se paró un momento a pensar
y, con una falta de educación evidente, pasó la palabra a otro asistente sin
pararse a contestar nuestra cuestión planteada.
Esto se produjo hace años
en la Agrupación Astronómica Madrileña; pero hoy en día, la mayoría de
astrónomos aun considerando el Big Bang como una incuestionable realidad, lo de
la singularidad de extrema densidad ya no lo tienen tan claro y eso se lo
debemos a la física cuántica que nos ha traído la posibilidad de existencia de
dimensiones extras y universos paralelos; es decir, ya no estaríamos hablando
de un único universo sino de otro múltiple, quizá constituido de infinitos
universos y al que ha venido a denominarse como Multiverso y esto cambia mucho
las cosas y amplía, de forma considerable, las lentes de nuestra imaginación.
Durante la investigación
sobre la radiación de fondo de nuestro Universo, reminiscencia de la explosión
inicial, se ha podido realizar una especie de mapa cósmico y en el que se
observa que hay partes del universo que son atraídas, por una gran fuerza,
existente en grandes espacios vacíos y donde no se ha detectado la presencia de
agujeros negros súper masivos; esto, ha hecho teorizar a los cosmólogos que
podría tratarse de la atracción provocada por unos universos vecinos.
Nuestro Universo, gracias
a la Teoría de los universos paralelos, su existencia y origen tendría lógica
así como su final mediante un big crunch; es decir una implosión a través de
una singularidad que comunicara con otro Universo que se alimentara de los
restos del nuestro, así como el nuestro habría sido posible gracias a los
restos de aquel tras su big crunch en una especie de explosiones e implosiones
sucesivas y cíclicas entre universos paralelos de materia y de antimateria.
Los Gnósticos consideraban
que el Pleroma, la divinidad, estaba constituida por una suerte de Corte
celestial constituida por los denominados como Eones y que vendrían a ser como
divinidades secundarias originadas por y en el Pleroma.
En ésta imagen podemos
intuir la estructura de un Multiverso constituido de unas determinadas, quizá
infinitas, células a las que los gnósticos denominaban como eones y nuestra
cosmología actual como universos dentro de un Multiverso.
8 - Si el Multiverso está
constituido de una multitud de universos en diferentes dimensiones ¿por qué
esto es así? ¿Acaso los universos deben estar aislados unos de otros como si de
células individuales se tratara? Imaginemos, por un instante, que las reglas,
normas y leyes, en los diferentes universos, fuesen diversas e incompatibles.
Solo aislándolos se
evitaría cualquier interferencia entre ellos. Los gnósticos poseían un nombre
para ello, los arcontes. La palabra arconte significa legislador; según los gnósticos
cada Eón es un Ente creador y cada Eón posee una cohorte de colaboradores a los
que denominaban como arcontes y que en las religiones vienen a ser conocidos
como huestes de ángeles y demonios.
Sí, hemos hablado de
mitología porque al fin y al cabo toda historia simbólica que intenta
mostrarnos una verdad abstracta queda enmarcada en forma de Mito. Mito que unos
pocos entenderán como alegorías y que la inmensa mayoría, de forma equivocada,
entenderán como sucesos reales.
No queremos equivocar a
nuestros lectores haciéndoles creer que el Pleroma es el Padre de los dioses y
los eones éstos. No, entendemos el Pleroma como una inmensa Mente eterna e
infinita, que jamás tuvo un principio y jamás tendrá un final. Esa Mente ha
funcionado siempre en una transformación permanente, no nos gusta utilizar la
palabra evolución pues contiene connotaciones de crecimiento y perfección, cosa
que no sucede con el Pleroma. Él nada tiene que perfeccionar solo actúa en sí,
por sí y para sí.
De los eones se puede
decir exactamente lo mismo. Si en algún caso he utilizado la expresión el
Pleroma origina los eones, por favor, desestimarla. No es la expresión más
correcta. Los eones son consustanciales con el Pleroma del mismo modo que las
neuronas lo son con la masa cerebral.
Todo lo dicho hasta aquí
es necesario para que pueda entenderse que cuando hablamos de cualquier Entidad
Cósmica no nos estamos refiriendo a algún tipo de alienígenas humanoides sino a
arquetipos mentales. El Pleroma es su cerebro, los eones serían sus células y
los arcontes sus engramas o información que hace que cada Universo pueda ser
diferente de todos los demás, con sus principios, normas, rangos y leyes.
Cuando hablamos de
arcontes es como si lo hiciéramos de programación. Los eones programan sus
universos para que sean de un modo y no de otro y esas leyes o arcontes quedan
escritas en la matriz del propio Universo haciéndolo así original, individual y
diferente al de los demás. Quedando así sujetos, por su legislación, todas
aquellas cosas y criaturas que pudieran prosperar en su seno.
Por lo tanto, queda claro
que es un error personificar a los arcontes como seres dañinos o benéficos. Lo
serán, en tanto que fuerzas, de un modo u otro dependiendo de cómo las
entidades se orienten a favor o en contra de sus energías; porque sí, los
arcontes son fuerzas. Aquí en nuestro Universo actúan algunas de ellas, la
gravedad, la electromagnética y las fuerzas nuclear fuerte y débil entre otras.
En la antigüedad los eones
referenciaban a los astros luminosos del Cosmos y nosotros estamos indicando
que cada Eón es un Universo completo ¿cómo se come eso? Eso lo veremos en el
siguiente capítulo y tiene relación con la naturaleza holográfica de nuestro
Universo.
Sí, como ya veremos, cada
estrella, excepto nuestro Sol que es el Eón de nuestro Universo, es un reflejo
que se puede ver en nuestro Universo de cada uno de los eones que componen el
Multiverso.
De hecho, en el corazón de
cada estrella mora un agujero negro que conduce, mediante su agujero de gusano,
directamente a su propio Universo; de algún modo, podríamos decir que cada
estrella observable no es otra cosa que un embajador o la embajada de otro
universo distinto. Hemos hablado de las estrellas luminosas; pero hay otros
astros no visibles como las estrellas de neutrones o los propios agujeros negros,
entre otras muchas especies, que cumplen la misma función.
De hecho, todo el Universo
observable no deja de ser otra cosa que un gigantesco holograma. Nuestro propio
Universo, en forma de nuestro Sol, posee su propio reflejo en todos y cada uno
de los otros universos o eones de los que está compuesto el Pleroma o
Multiverso.
Para terminar este
capítulo solo indicar que la Velocidad de la Luz es la frontera actual que nos
separa de los otros universos y por lo que jamás podremos visitarlos
físicamente en nuestra actual condición.
9 - Como ya hemos
apuntado, nuestro Universo está sujeto a una serie de leyes que se encuentran,
de forma indeleble, en su matriz y, por lo tanto, los seres que lo habitamos
estamos condicionados por dichas normas establecidas.
La temperatura, la
gravedad o la degradación de la materia y su continuo reciclaje son las
manifestaciones que mejor conocemos; pero estamos sujetos a muchas otras que
nos pasan desapercibidas.
Por nuestra constitución y
estructura físico mental solo somos capaces de detectar cuatro dimensiones
espacio temporales. El que solo podamos detectar esas cuatro no quiere decir
que no existan muchas más. Matemáticamente se han detectado un mínimo de once y
con mucha probabilidad dicha cifra se extienda a muchas más.
Los conductos que
comunican a las estrellas que observamos con sus universos originales no son
tridimensionales sino que ocupan otras múltiples dimensiones. Apuntamos este
dato con el fin de que los lectores no se hagan una falsa imagen mental de cómo
se encuentran interrelacionados los universos.
Cada Universo está
encapsulado en su propio estrato dimensional y si quisiéramos hacernos una leve
idea de su constitución deberíamos imaginar una gigantesca tela de araña que se
expandiese en múltiples dimensiones.
Es evidente que nuestra
imaginación condicionada solo nos permite visualizar una estructura
tridimensional en movimiento, lo que constituiría la dimensión del tiempo que
también estamos capacitados para poder asimilar.
Ese movimiento del que
hablamos no es otra cosa que una forma de onda senoidal que va ocupando
posiciones ya ocupadas con anterioridad por dicha onda o por otras ondas y que
serían los otros universos y esto es así porque no hay espacio vacío.
Todo se desarrolla en el
Pleroma que es un espacio, por llamarlo de algún modo, cerrado; pero sin
límites cuantificables pues estamos tratando con un objeto de dimensiones
infinitas y donde solo existe el interior pues el afuera es inconcebible.
No hemos hecho nada más
que empezar con el fin de que intentemos imaginar conceptos que no pueden ser
cuantificables con nuestra percepción de cuatro dimensiones, incluida la
temporal; pues, constituyendo esa telaraña multidimensional se encuentran los
universos individuales y que estarían aislados entre sí por una suerte de
membrana multidimensional; pero no una coraza rígida e inamovible sino algo
mucho más permeable y flexible.
En un capítulo anterior
pusimos el ejemplo de las muñecas matriuscas para dar a entender que los
universos se encuentran contenidos unos dentro de otros; pero ese símil es
burdo y grotesco porque según el Pleroma multidimensional, en una simple
singularidad cuántica podrían estar contenidos miles de universos sin apenas
interferirse y decimos apenas pues ya vimos que la membrana multidimensional
que recubre a los universos es flexible, se encuentra en permanente movimiento
y, por qué no decirlo, está viva.
Tengamos en cuenta que
estamos tratando de una estructura mental. Eso son, mente, tanto el Pleroma
como los eones y los paquetes o engramas mentales de información que suponen
los arcontes.
Debido a esa esponjosidad
es por lo que de vez en cuando detectamos ciertas interferencias tanto a nivel
físico como mental.
A nivel físico, el ejemplo
expuesto del por qué partes de nuestro universo parecen ser atraídos por
inmensos espacios vacíos y donde no existe constancia de objetos estelares
supermasivos; pero también explicaría muchos efectos paranormales como la
visión de fantasmas o la traslación de objetos sin un motivo aparente.
Se habla del más allá o,
de modo erróneo, el mundo de los muertos, dado que la muerte, tal y como la
entendemos, no existe. Todo es Mente y la mente no está sujeta a la destrucción
física.
Cuando un cuerpo se
degrada hasta el punto de comenzar su reciclaje, la mente se desplaza a otros
planos dimensionales donde sigue existiendo quizá bajo otras formas sujetas a
otras leyes y normas.
Ya apuntamos, con
anterioridad, como se consigue toda ésta información y a la que todos los seres
pensantes tenemos acceso; pero en el próximo capítulo profundizaremos en ello
para que se comprenda, con claridad, que no se trata de ser un iluminado al que
seres ajenos le proporcionan información sino de dar con la clave o el
detonante que nos permita acceder a la información encriptada que todos
llevamos con nosotros y que de tarde en tarde aflora como intuición.
No se trata de nada
espectacular y diferente a lo cotidiano, dado que tanto los investigadores como
los artistas tienen, sin darse cuenta, acceso a ello.
10 - Si estos capítulos
tuviesen título, éste podría denominarse: Método para alcanzar el Conocimiento
Interior. Evidentemente hablamos de un conocimiento particular y en muchas
ocasiones, no todas, intransferible.
Comenzaremos, por orden de
prioridad, dando unas pautas de comportamiento.
1.- leer mucho de todo, no
con la intención de memorizar sino de adquirir mucho vocabulario. Lo
necesitaremos para poder transmitir a otros lo que vayamos descubriendo.
2.- Centrarnos en dominar
nuestro idioma natal sin interferencias de otras lenguas extranjeras. Esto es
así porque los conceptos, el vocabulario son conceptos, ocupan engramas de
memoria y que serán necesarios para acumular toda la información que nos vaya
llegando.
3.- Evitar siempre la
memorización, no pretendemos convertirnos en papagayos sino lograr la capacidad
de dar con el vocablo exacto de lo que estemos visualizando.
4.- Debemos aprender a
tomarnos, todos los días, el suficiente tiempo para dedicarlo a pensar en
silencio y sin interferencias.
5.- Ahora es el momento
perfecto para aprender a meditar de forma sosegada, con la mente abierta e
intentando visualizar todo aquello que pase por los ojos de nuestra mente.
6.- practiquemos
ejercicios de concentración a diario. Esto es importante con el fin de poder
manejar de forma voluntaria y con precisión toda la información que nos vaya
llegando.
7.- aprendamos a realizar
la retrospección nocturna de la que nos hablara Pitágoras; es decir, intentemos
en el momento de irnos a dormir recordar todos los momentos importantes que
creamos relevantes durante la vigilia del día finiquitado. Esto es importante
para desarrollar la memoria que se necesita para recordar las vivencias durante
el Sueño. Muchos descubrimientos de la humanidad han surgido tras el periodo de
sueño.
Bien, ya tenemos una serie
de pautas que solo requieren de nosotros un poco de fuerza de voluntad y
constancia.
Ahora nos toca ponerlas
todas juntas en práctica después de haberlas convertido en nuestra rutina
diaria.
Tan solo nos queda buscar
un concepto, dato o personaje del que deseemos sacar información. O quizá
necesitemos resolver algún problema que nos acucia o la necesidad de aconsejar
a alguien.
Lo siguiente, si no la
poseemos ya, sería buscar toda la información posible sobre el asunto en
cuestión; pero con una particularidad. No buscamos aprender de un Tema o
memorizar la biografía de un personaje.
La lectura para acceder al
conocimiento interior debe de ser en extremo relajada sin ninguna otra
intención que leer, de un modo un poco zombi, esperando que en algún instante
surjan las palabras clave que disparen, a modo de gatillo, el torrente de
información que contiene nuestra intuición.
Esto en algunos círculos y
en caso de que estuviésemos escribiendo sobre un asunto lo denominan como
escritura automática y lo achacan a mensajes de determinados avatares o
maestros ascendidos. Rotundamente falso. Ese pensamiento solo es fruto de la
ignorancia, la desinformación o fruto de un enfermizo complejo de inferioridad.
Cuando con la preparación
mencionada nos concienciamos para recibir información de un determinado asunto,
lo que estamos haciendo es buscar el detonante, palabra clave o llave que nos
ponga en contacto con nuestro Ser Interno.
Solo él posee acceso a la
inmensa biblioteca que supone el Multiverso. En algunas escuelas esotéricas lo
denominan como Memoria de la Naturaleza o Memoria Akashica.
Sea como fuere, que
sepamos que es información captada por nuestro Ser Divino o creamos, de forma
errónea, que es proporcionada por entidades externas con casi total seguridad
accederemos a la información que estamos buscando.
Bien, hemos llegado al
punto de conseguir un torrente de información que procederemos a grabar, de
algún modo, con el fin de que no se pierda con el tiempo; dado que,
indefectiblemente, se olvidará.
Queda el modo de
interpretar esa información. Muchos autores consideran que se trata de ficción
y lo convierten en novelas. Otros consideran que son cosas reales y realizan
ensayos periodístico de realismo fantástico y solo unos pocos son capaces de
dilucidar que se trata solo de un lenguaje simbólico.
Si Newton no hubiese
considerado simbólico el sueño de la caída de la manzana, con mucha
probabilidad no habría descubierto la Ley de la Gravedad, sino que habría
realizado un cuento para niños.
La información que se
recibe de nuestro interior, en general, emerge de forma simbólica y el
practicante debe de tener el suficiente raciocinio como para discriminar la
realidad de la ficción y sacar de ambas la información simbólicamente
encriptada.
Solo necesitaba haceros
saber que la información proporcionada en estos capítulos no pertenece a algún
Autor ni está sacada de libro alguno, aunque la terminología os suene. Si os paráis
a pensar y discernir sobre todo esto veréis que posee lógica y la posee por el
mero hecho de que casa con vuestro propio conocimiento interior aunque fuera
sin pretenderlo. Porque la Verdad funciona con el poder de atracción de in
invisible imán.
En el siguiente capítulo
nos centraremos en el medio de comunicación que utiliza nuestro Ser Interior
para comunicarse con el Pleroma y a lo que los gnósticos denominaban como
Metanoia y que las religiones desfiguraron hasta convertirlo en rezos y oraciones.
11 - Como en cualquier
Sistema, en el Multiverso existe un medio de transmisión de la información
constituido por partículas onda que no se encuentran limitadas, de forma
general, por la velocidad de la luz.
En nuestro Universo, a
esas partículas onda, aparentemente aún no detectadas, se las conoce como
taquiones; es decir, se trata de partículas absolutamente teóricas y aún no
acreditadas por la ciencia experimental.
En la Gnosis, al flujo de
información entre la esencia misma del Pleroma y las criaturas o entidades de
nuestro Universo, en particular, se lo conoce como Metanoia.
No conocemos si en el
Pleroma nuestro Universo, a nivel de estructura o constitución es único,
existen varios similares o es la norma.
En este instante aún no
somos capaces de acceder a esa información; pero sí estamos en condiciones de
afirmar que a nivel subcuántico en el Pleroma o conjunto del Multiverso, la
información transcurre de forma instantánea pues no se encuentra limitada por
las leyes del espacio y del tiempo.
Con lo cual, podemos
afirmar que lo que sucede en un punto del Pleroma, es conocido, de forma
instantánea, en cualquier otro punto del Pleroma, exceptuando en nuestro Universo
a partir del nivel atómico y molecular y donde ya sí, la velocidad de
transmisión de la información está sujeta a los límites de la velocidad de la
luz.
Bien, centrémonos en la
interacción del Pleroma con la burbuja particular que supone nuestro Universo.
Todas las entidades existentes en nuestro Mundo están comunicadas con la
esencia del Pleroma mediante el flujo de información que supone la Metanoia;
ahora bien, no existe interacción si no existe la sintonía necesaria.
Nos explicaremos mediante
una analogía. Supongan que el Pleroma fuese una potentísima estación emisora
receptora, transceptora, de Radio y que cada Entidad de nuestro Universo fuese
un diminuto transceptor.
Ahora supongan que la
emisora del Pleroma estuviese emitiendo en una determinada frecuencia. Tenemos,
en este caso, varias situaciones en nuestro Universo: el transceptor que
estuviese apagado y que por lo tanto no podría recibir ni transmitir
información de algún tipo, el transceptor que estuviese encendido; pero que
estuviese sintonizado a una frecuencia distinta a la que transmite el Pleroma,
el transceptor que estuviese bien sintonizado a dicha frecuencia; pero cuya
antena no se encontrase perfectamente ajustada y el transceptor que estuviese
perfectamente sintonizado y cuya antena estuviese debidamente orientada.
Solo en este último caso,
la comunicación recíproca con el Transceptor del Pleroma sería perfecta; en el
caso de una sintonización mal ajustada, se recibiría información espuria de
difícil interpretación. En el resto de los casos la comunicación sería
completamente imposible.
Los taquiones no dejan de
ser una manifestación de los bosones y que se da solo a nivel subcuantico y por
lo que al presente aún no ha sido posible de descubrir en nuestro Universo;
pero que teóricamente la ciencia considera posible; pero quizá, con casi total
seguridad, esas partículas al atravesar el nivel cuántico de nuestro Universo
se transformen o sean vistas como otras partículas peculiares que sí están
sujetas a las limitaciones de la velocidad de la luz, los neutrinos.
Los neutrinos poseen la
peculiaridad de no ser frenados, en su viaje interestelar, por ningún cuerpo
cósmico; es decir, son capaces, por ejemplo, de atravesar la tierra de parte a
parte casi como si nuestro planeta careciese de densidad alguna.
Los neutrinos se originan
en los centros estelares. También son emitidos por los agujeros negros y existe
aún un flujo importante de neutrinos desde el mismo origen del big bang que
originó nuestro Universo.
Ahora que poseemos una
idea de lo que es la Metanoia y de cómo se comunica el Pleroma y los eones con
sus entidades y criaturas, estamos en condiciones de indicar qué condiciones
deben de producirse para que exista una perfecta sintonización que nos permita comunicarnos
con el Pleroma y, por lo tanto, conocer la Verdad de primera mano. Esto es lo
mismo que conseguir la iluminación espiritual que nos permite contactar con la
Gnosis del Pleroma.
12 - Como todo en esta
Vida, sintonizar nuestro receptor interior con el transmisor del Pleroma para
poder recibir su información, la Metanoia, posee su técnica.
Es una técnica sencilla y
muy básica; pero existe y lo primero que hay que hacer es aceptarla pues de no
hacerlo, lo más que podríamos conseguir es sintonizar alguna emisora del Mas allá
en lo que alguna Escuela Rosacruz conoce como Esfera Reflectora.
La Vida, en su conjunto,
es el escuelón donde nos preparamos para la única y verdadera Iniciación.
La Iniciación no es otra
cosa que encender el interruptor de la lámpara que nos dará luz dentro de la
oscuridad, ignorancia, en la que estamos sumidos.
Utilizando el símil
radiofónico sería primero, encender el receptor y en segundo lugar sintonizarlo
de forma adecuada para poder escuchar la emisora del Pleroma.
Esa Técnica, de la que
hablamos, es una cuestión de actitud ante la Vida. Si consideramos que la Vida
es un escenario de competición dónde venimos a disfrutar y conseguir objetivos
materiales, digamos que vamos por el mal camino.
Dicha actitud y otras
parecidas como la de intentar conseguir la máxima información, la erudición,
nos alejan de forma irremediable de ese interruptor del que hablamos.
Solo el individuo que
abandona los objetivos artificiales impuestos por éste Mundo y transfiere ese
esfuerzo en mejorar la vida de sus semejantes más desfavorecidos está en
condiciones de poder recibir la Iluminación; es decir, se encontrará vibrando
en la frecuencia adecuada que permitirá la sintonización con el Pleroma,
recibir la Metanoia o información que contiene los neutrinos que atraviesan el
Universo y así hacer despertar al eterno dormido que vive en nuestro interior;
dado que solo él, nuestro verdadero Ser divino, es el único que puede
reconocer, interpretar la información de la Metanoia y lo más importante, saber
lo que tiene que hacer con ella.
Si nuestro lector ha sido
un poco avispado se habrá dado cuenta que todo el rato no hemos estado hablando
de otra cosa que del Amor.
El Amor supone situarnos a
nosotros mismos, los requerimientos de nuestra Personalidad, en un segundo
plano para favorecer la necesidad de los otros, nuestros hermanos en esencia y
espíritu, la naturaleza y la humanidad.
Dijimos que la técnica era
sencilla; pero no dijimos que fuese fácil aceptarla; porque para llegar a ese
punto de consciencia, nuestra Personalidad debe de encontrarse preparada para
el auto sacrificio en bien del verdadero propietario de la vida y que, a modo
de pasajero o huésped, viene durmiendo en nuestro interior desde el mismo
instante de nuestro nacimiento.
Es decir, la Personalidad
debe de haber vivido lo suficiente como para reconocer que se encuentra en una
prisión que no posee alguna salida hacia el exterior; es decir, que habrá
tocado techo y fondo; y sintiéndose derrotada, pedirá ayuda en más que un
sonoro grito, un lloro desgarrador "Yo solo no puedo, Dios mío necesito tu
ayuda, por favor"
Esa actitud de la
Personalidad rendida por la evidencia provoca que sus opacas capas se
transformen en transparentes permitiendo que los neutrinos que atraviesan el
Universo, incluido nuestros cuerpos, puedan penetrar hasta lo más profundo de
los genes de nuestras células y tocando con la energía del Pleroma el germen o
semilla de nuestro verdadero Ser.
Ese despertar de nuestro
verdadero Ser es la verdadera Iniciación que nos proporcionará la iluminación
mediante el acceso a la Gnosis que proviene del Pleroma.
Tal y como lo hemos
explicado pudiera parecer que la Iniciación, la Luz de la Verdad y la Metanoia
proviene del exterior; pero debemos recordar que estamos tratando de un Multiverso
Multidimensional y que nosotros mismos, nuestro Cuerpo y Esencia, no es otra
cosa que un Microcosmos, el reflejo holográfico del Macrocosmos.
Debemos entender, ya lo
comentamos en capítulos anteriores, que en el Pleroma el exterior no existe,
todo sucede a nivel interior y desde nuestro interior pues todo está comunicado
con el Pleroma mediante conductos interdimensionales internos.
La visualización del
exterior no es otra cosa que una ilusión mayestática provocada por una
proyección holográfica interna.
Yo no soy quien para
decirte lo que debes de hacer para recibir la auto iniciación, la única
iniciación efectiva posible. Solo te he proporcionado información fundamental
para que ahora sí, tú decidas lo que debes hacer con tu vida. A partir de aquí
debes conducirte solo pues en poco puedo ya ayudarte.
13 - Dado el escaso
interés, por este Tema, ya debería de haberlo abandonado; pero no lo haré por
las cuatro o cinco personas que observo mantienen algún interés.
Algunos se preguntarán si
esto es un nuevo tipo de religión o filosofía e incluso, algún subproducto de
la New Age. No sabría qué decir; de hecho no cabe en mí interés que fuese
alguna de esas cosas; pero, no obstante, lo dejo a criterio de mi paciente
lector.
Lo único que pretendo,
mediante estas páginas, es hacer que penséis, obligaos a que realicéis algún
tipo de introspección que os haga salir, si es que lo estáis, del letargo
espiritual que presupongo.
Dicho lo anterior,
quisiera retomar el Tema de la Iniciación por donde lo habíamos dejado.
Es cierto que el proceso
iniciático se produce de forma instantánea, en cuanto el Ser Eterno es
despertado de su largo sueño; pero no es menos cierto, de que esa Iniciación
supone un comienzo de algo nuevo, de un proceso que no estará libre de
inconvenientes y, lo mejor o peor de todo, que se trata de algo completamente
irreversible.
Donde antes solo había una
Actor, el ego y sus múltiples capas de personalidad, ahora hay un nuevo
personaje y que con el paso del tiempo deberá convertirse en el verdadero protagonista
de esta historia.
Es cierto que hubo una
rendición del yo y que permitió que la Metanoia del Pleroma despertase nuestra
inquietud espiritual; pero eso no significa que la Personalidad haya quedado
redimida y convertida en una suerte de Ser de Luz, en absoluto.
El yo ha detectado a un
algo nuevo y que antes no estaba y lo siente como algo extraño, como a un
invasor, un extranjero al que tiene que combatir.
Siente que lo tiene que
combatir porque la Personalidad tenía definidos una serie de objetivos en la
vida y, ahora, el tipo éste que acaba de surgir está cambiando los muebles de
sitio.
Siente que el nuevo huésped
va a cambiar el rumbo de su destino y claro, la Personalidad estará siempre
preparada para la confrontación e intentar impedir que el Ser Divino cumpla con
su objetivo; pero ahora es muy diferente, porque dentro de la propia
personalidad se produce una guerra interior, entre la parte que se ha rendido a
la evidencia de que ella no es nada y debe ceder el mando de la nave al nuevo
Ser surgido y esa otra parte de la Personalidad que se resiste al cambio y que,
además, posee un miedo terrible a terminar desapareciendo.
Evidentemente se trata de
una batalla perdida, de antemano, por el yo, dado que en el mismo instante en
que se produjo la iluminación o renacimiento del Ser Espiritual ya quedó todo
sentenciado.
Eso no quita para que, en
cada persona el proceso sea más o menos doloroso y durante un tiempo más o
menos largo haya ciertos frenos, por parte de la Personalidad, hasta que
finalmente las aguas vuelven a su cauce natural y ya, coronado el Nuevo Ser
como el Capitán de la Nave, lleve al individuo a través de una serie de
experiencias hacia su Destino Final, el proceso último de la Iniciación, el
traspaso del velo de la muerte y que los rosacruces conocen como La Transición.
De hecho, toda la vida no
deja de ser otra cosa que un escenario donde se produce una minuciosa
preparación para el paso último del proceso iniciático y que supone la
Transición.
14 - Al parecer, hasta
ahora, todos han estado más o menos de acuerdo con lo hasta aquí expuesto. Al
menos no he sentido alguna voz disonante al respecto; pero no sé qué me da que
todo va a cambiar a partir de éste capítulo.
Va a cambiar en tanto en
cuanto que voy a hacer todo lo posible por derribar todas sus creencias personales
y pisotearlas delante de ustedes, con el fin de que comprendan su manifiesta
equivocación. Con su permiso; pero sin pedirles disculpas vamos allá.
Hasta ahora, podrían estar
de acuerdo con nosotros tanto científicos como teólogos o filósofos porque lo
que hemos dicho no invalidaba ninguna de sus creencias o paradigmas; pero ¿qué
sucedería si alguien les dijera que esto es así porque sus falsas creencias
están fundamentadas sobre la realidad?
Tanto, nos da igual, se
trate de religión o ateísmo sus creencias son falsas pues no están
fundamentadas en su conocimiento interno sino en lo aprendido durante muchos
años por boca de personas ajenas a ustedes y en las que han puesto su confianza
absoluta.
Con el paso del tiempo,
esas creencias han tomado consistencia en ustedes hasta el punto de que lo
consideran fruto de la Fe o del conocimiento interno, cosa que no es así. Es
como un chip que se nos hubiese implantado con una información específica,
hasta cierto punto lógica; pero falsa en esencia y que no aguantaría la más
somera investigación.
Existe un Cristianismo
verdadero y que, curiosamente nada tiene que ver con alguna religión.
El Cristianismo como el
resto de religiones así como el propio Ateísmo están fundamentados sobre el
verdadero conocimiento, la Gnosis, y es por lo que casi todas las creencias o
ideologías son tan fáciles de aceptar; pero hay un pero, dado que solo los
cimientos son sólidos, la estructura creada sobre ellos, aunque basada en mitos
y analogías, es falsa de solemnidad en cuanto que ha sido tomada como algo
sucedido, histórico y por lo tanto cierto.
Cuando la religión
cristiana habla de Cristo se refiere a un individuo de carne y huesos que
supuestamente viviría en Israel hace más de dos mil años y conocido como Jesús
de Nazaret.
Aquí no vamos a entrar en
si el personaje, en cuestión, vivió en realidad o fue la figura mitificada de
algún otro personaje con el fin de conseguir objetivos políticos. Dejamos ese
ingente y oscuro trabajo a los historiadores.
Hay una cosa cierta y que,
con el paso del tiempo, va tomando más consistencia y verosimilitud: Lo que
venimos a denominar como Gnosis se hunde en la noche de los tiempos y tanto la
filosofía griega como la primitiva religión cristiana tomaron su ascendencia de
él.
Christos, Cristo en la
religión cristiana, no es un personaje individual hijo del dios Yaveh o
Jehovah. Christos es un Concepto, el Arquetipo que define a la Divinidad dentro
de nosotros.
Tener a Cristo dentro de
nuestro corazón es una analogía en cuanto que ese Concepto está ubicado en
todas y cada una de la células de nuestro cuerpo. Voy más allá, en todos y cada
uno de los bosones que conforman el infinito falso vacío incluyendo el espacio
tiempo, porque Christos o Cristo es otra forma de llamar a la parte del Pleroma
del que estamos compuesto.
Solo así es comprensible
que se pueda hablar de que Cristo esté morando en mi corazón, en el tuyo y en
el de todos, siendo el unigénito de Dios, del Pleroma, dado que es su propia
sustancia.
Sí, cuando hablábamos del
eterno dormido, de nuestro verdadero Ser Interno, nuestro Guía o Maestro
interior, e incluso de nuestro salvador, no podemos referirnos a otra cosa que
a Cristo, el Christos de los gnósticos y que fuera incorporado a la figura del
personaje mítico de Jesús de Nazaret.
Jesucristo, a modo de
analogía, es una única Entidad del mismo modo que lo es Antoniocristo,
Maríacristo, Danielcristo o Eugeniacristo, si el Christos del que hemos venido
hablando hubiese despertado en Antonio, María, Daniel o Eugenia.
Ahora bien, dicho todo lo
anterior ¿estamos hablando de muchos Christos o de uno solo? Aunque pudiera
resultar paradójico estamos hablando de una única Entidad, de un único
Arquetipo, dado que el Christos que nace en todos y cada uno de nosotros es
Uno, pues es el Pleroma y por ello se lo conoce, en la religión, como el
Unigénito de Dios.
De hecho, ese nacimiento
de Cristo en nosotros es lo que nos convierte en verdaderos hermanos y lo que
de forma metafórica viene a decir que nos hemos convertido en Uno con él, uno
con Christos, uno con el Pleroma.
Es evidente que nunca nada
ni nadie ha dejado de formar parte del Pleroma; pero mientras permanecía
dormido el Christos dentro nuestro, no podíamos tener consciencia de dicha
hermandad, también unidad y, de algún modo, podría considerarse que nos
encontrábamos separados del Uno, del Todo, de Christos, de Dios, del Pleroma.
Aralba
RC