Páginas

jueves, 13 de febrero de 2014

Nuestro primer día de San Valentín

Ya sé que me vais a decir, con bastante razón, que esto de San Valentín es un invento del capitalismo con el fin de aumentar las ventas de los grandes establecimientos comerciales; pero vamos a hacer como que no fuese así. Vamos a idealizar que la gente se ama entre sí más que desearse o, nada más y nada menos, que necesitarse. Da miedo ¿Verdad? Decirle a la persona que quieres ¡Te necesito Querida! Da la sensación como de simple y puro egoísmo; pero me da la sensación que esa expresión es más sincera que decirle a la persona que quieres: ¡Te Amo!

Porque, para empezar, ¿alguien podría definir lo que es el Amor? Es curioso, porque hasta en la propia Biblia no hay un solo lugar donde se defina lo que significa la palabra Amor, tan solo se dan sus características, las cosas que acompañan a eso abstracto que denominamos como Amor. Dicha palabra ha sido en exceso utilizada hasta degradarla y convertirla en algo tan burdo, en muchas ocasiones, como follar. ¿Quién no ha escuchado en tantísimas ocasiones “Vamos a hacer el amor”? Como poco se me ocurre la palabra lamentable.

El Amor es la esencia de la Vida. El amor es la propia mente de la Divinidad y se encuentra en todas y cada una de las infinitas partículas que constituyen el cuerpo del creador, de ti y de mí. Es por ello que me pregunto, muy seriamente ¿Está bien dicho el día de los enamorados? Cuando escuchamos esa expresión, todos sabemos que nos estamos refiriendo a las personas que poseen algún tipo de relación de pareja. En el día de San Valentín, los chicos obsequian perfumes a las mozas que ocupan su corazón y ellas les corresponden con un sensual beso en sus mejillas.

Nadie se plantea comprarle a su madre un frasco de colonia para decirle cariñosamente, al oído: Madre te quiero, estoy enamorado de ti. No, no se dice porque estaría mal visto y fuera de lugar en el contexto del actual sistema y sin embargo sería correcto, porque follar no tiene porqué ser amar y la relación de pareja tampoco puede estar motivada por un previo acto de amor. Quien Ama, Ama. Así de claro. No podemos decir Amo a mi Señora y odio a mi vecino. Eso no es posible, quien Ama, Ama a todo y a todo el mundo como San Francisco de Asís. El estar enamorado es una especie de arrobamiento místico que nos eleva a la categoría de la divinidad.

Por supuesto que se puede amar a la pareja sexual, como se ama a los padres o a los hijos, siempre diferenciando los matices correspondientes; pero no se puede amar de forma parcial. Muchos y muchas creen estar enamorados y simplemente están sujetos a una esclavitud química de carácter hormonal y eso no es amor aunque pudiera estar acompañada de verdadero amor. El Amor es algo Universal y el intentar parcelarlo y exclusivizarlo es propio de ignorantes o gentes sin escrúpulos.

Vaya esta breve reflexión, en este día de los grandes almacenes, como mi regalo para todos y todas vosotras deseando, con sinceridad, que encuentren el verdadero Amor. Si lo tienen ya, los y las felicito; pero si todavía no lo han encontrado recordarles que es un sentimiento divino que está para compartirlo con todos los que nos rodean, con nuestros semejantes, se encuentren cerca de nosotros o muy lejos en la distancia. Quien de verdad se encuentra enamorado Ama por doquier y desprende ese sentimiento, magnánimamente, sin egoísmo alguno, cual magníficas perlas cargadas de uno mismo, de Dios.

Gracias Noemí, te quiero


Aralba

La Verdad no es complicada, es simple y sencilla

Desde que nacemos nos vienen acostumbrando a  que pensemos que las cosas importantes deben de ser complicadas y difíciles de asimilar; pero ello solo es un engaño.

Esto es especialmente cierto en el mundo del esoterismo  donde las escuelas recargan la Verdad con disciplinas de una complejidad asombrosa, como son la cábala o la astrología.

Si partimos del principio divino de que todo es vanidad de vanidades ¿Qué importancia pueden tener las disciplinas herméticas? Si somos conscientes de que la Vida tiene la importancia que tiene y que prolongarla es una necedad ¿Qué importancia puede tener ser un experto en medicinas alternativas? Si conocemos que el Mundo es una escuela de experiencias ¿Qué sentido puede tener el hacer trampas con el complejo conocimiento astrológico? Si sabemos que la sencillez y la humildad es el camino más corto para llegar hasta la divinidad ¿Para qué nos preocupamos por conocer la magia cabalista  que nos permita comodidades en este efímero paso por la vida?

En casi todas las escuelas esotéricas y de misterios, nos centramos en esto, existen una serie de cursos de menor o mayor duración y de menor o mayor complejidad que deben de ser aprendidos prácticamente de memoria para seguir progresando en la Vía que proporciona la Escuela. Ello supone que cualquier miembro de una escuela esotérica puede o no estar capacitado para comprender el farragoso lenguaje esotérico de las otras, necesitando realizar un curso previo antes de integrarse en su nuevo lugar de trabajo espiritual.

Todo esto es un error heredado del tomismo aquiniano, donde el conocimiento se parcela, se complica de forma innecesaria y se requiere a los estudiantes a conocer el argot de memoria, utilizando parcelas del cerebro que debían de ser reservadas para la comprensión.

Es por dicha causa que la mayoría de los verdaderos místicos, los verdaderos esotéricos, huyen de cualquier tipo de parafernalia lingüística y se centran en la poesía, la música y el arte que son los lenguajes universales que mejor comprende el Alma humana.

Cuando las personas interesadas en buscar las respuestas a la existencia, nos preguntan que cual es la mejor escuela donde comenzar su trabajo espiritual les digo que todas y ninguna porque al final, los últimos cursos deberán desarrollarse en el interior de uno mismo. Los cursos esotéricos son como una especie de suerte de juego de palabras donde cada uno puede encontrar la llave que abra la puerta de su corazón; pero una vez entablada la colaboración con el propio ser interno, todo lo demás sobra.

Por otro lado, siempre tenemos que poner en reserva todo lo que nos digan los que suponemos que saben más que nosotros o lo que hayamos leído en nuestros cursos de iniciación y esto es así porque la Verdad aún siendo única es vista de diferente modo por cada personalidad. Lo que para uno es claramente blanco para otro puede resultar negro y ambos nos estarían diciendo su perspectiva real de la Verdad.

Por lo tanto, Querido Amigo estudia, estudia y estudia; pero, por favor a ti mismo, no te lo tomes tan a pecho. Es más importante la comprensión que la memorización y si no lo comprendes cambia de Institución porque no te encontraras en el lugar apropiado.


Aralba