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domingo, 4 de noviembre de 2012

Voceros Seudo-iniciáticos



Son tan altos los árboles de la linde que no dejan ver el bosque
(Dicho Popular)


Mientras vive un Maestro Iniciático, generalmente, suelen surgir pocas disidencias de parte de sus discípulos; pero otra cosa muy distinta sucede cuando el susodicho tiene que traspasar el Velo hacia el Oriente Eterno.

Todos los seres humanos, sin excepciones, hemos venido a este Mundo con un cierto Destino prefijado. Hemos venido para realizar algo determinado aunque no tengamos memoria de ello; pero hay unos pocos, cada vez más, que parece que hubiesen nacido para ser los voceros charlatanes de sus antecesores.

En otras ocasiones los voceros surgen incluso en vida del Maestro que trajo la información del otro lado a éste mundo. En estas ocasiones se suele ofrecer la información como de segunda mano haciéndose eco, o no, del auténtico descubridor del Misterio. Chungo quedaría que se cobrase por ello y en estos casos se ofrece, la información iniciática, sin mayor coste que el sobrevenido por su necesaria impresión y distribución. Faltaría más.

Debemos ser conscientes que nuestra búsqueda no consiste en encontrar a un Gurú o Maestro externo que nos ofrezca una filosofía de vida que nos permita vivir, el resto de nuestros días, con una cierta ilusión. Todos hemos venido a este Mundo con un Maestro Interno que tienen que despertar y lo hará con la ayuda proporcionada por esos supuestos Gurús y Maestros con las llaves que nos mostrarán. Si no son capaces de mostrarnos al maestro interior o es que se trata de falsos maestros o que no nos encontramos preparados para ese despertar.

El problema consiste en que pudiésemos convertirnos, nosotros mismos, en voceros de dichos maestros sin aportar nada particular a sus enseñanzas; pero que sin embargo nos vayamos alimentando, explícitamente, con las diversas versiones tipográficas del original trabajo del Maestro, que pudiésemos ir publicando con mayor o menor filantropía. Vamos, con determinado grado de hipocresía.

Hasta el presente nadie había hablado de esto así de claro, dado lo políticamente incorrecto del asunto; pero va siendo hora de que todos y cada uno de nosotros abramos bien los ojos, porque, Amigos, existen muchos lobos con piel de cordero que requieren de nosotros nuestro dinero, primero, para ir subsistiendo a nuestra costa y de poder psíquico, después, para sustentar sus groseros egos.

Cuando Rudolph Steiner publicara su Ciencia Oculta, ya Max Heindel se había adelantado en publicar su Concepto Rosacruz del Cosmos, donde hablaba de un supuesto Maestro Rosacruz y del que no proporcionaba nombre alguno. Como hemos podido ir comprobando, en trabajos y artículos anteriores, el Concepto Rosacruz del Cosmos es una buena copia, más entendible si cabe, que la Ciencia Oculta de Steiner; pero en esencia es la misma cosa. La información que supone el magnífico texto del Iniciado afincado en Estados Unidos de Norteamérica fue obtenida, según el propio Heindel, mediante un Hermano de la Rosacruz en la propia Alemania. Dicho esto, cabe decir también, que la economía de Heindel, en aquella época, no era nada boyante y aún así pudo realizar la travesía marítima que le llevó hasta Alemania gracias al préstamo monetario de un amigo filántropo. Debemos recordar que Max Heindel era Teósofo y se encontraba bien relacionado con el ambiente franc-masón de su época. Justo cuando Max Heindel realizó su viaje iniciático al país Germano, Rudolph Steiner estaba impartiendo sus famosas conferencias sobre la Teosofía de los Rosacruces. El Maestro Alemán le proporcionó, de modo altruista, un borrador de su Ciencia Oculta, aún inédita, suponemos que, con la mejor intención del mundo, para la formación rosicruciana de su discípulo.

Tras regresar a Estados Unidos, Max Heindel se dispuso a traducir la Obra de su Maestro, estudiarla y hacerla un poco más didáctica e inteligible gracias, entre otras cosas, a la cantidad de ilustraciones que incorporó. Fruto de tan arduo trabajo surgió el que sería uno de los textos rosicrucianos por excelencia: El Concepto Rosacruz del Cosmos. Al parecer, cuando Steiner se enteró de lo ocurrido, tras haber recibido una copia dedicada por Max Heindel, le sentó a cuerno quemado -intenten ponerse en su lugar- y rompió las peras con su anteriormente querido amigo Americano.

Tras la Primera Edición, como vimos dedicada a su supuesto Maestro Steiner, de las siguientes fueron eliminadas dicha dedicatoria y la Obra quedó tal y como en la actualidad se conoce. Unas enseñanzas rosacruces entregadas a Max Heindel para su difusión Universal de parte de un miembro de la Orden Rosacruz. De algún modo, Max Heindel se había convertido en el Vocero, en vida, de Rudolph Steiner, primero en los Estados Unidos de Norte América y después en todo el mundo. Al parecer Max Heindel nunca habría recibido de Rudolph Steiner la licencia necesaria para poder publicar su Ciencia Oculta y mucho menos crear una Fraternidad con el nombre de Rosacruz; pero así sucedieron las cosas. Creemos, de corazón, que Rudolph Steiner con su buen corazón pecó de ingenuo.

Como de todo lo malo siempre suele salir algo bueno; podríamos decir que El Concepto Rosacruz del Cosmos siempre se ha intentado distribuir al precio de coste más bajo posible, dado que, según palabras textuales de Max Heindel, de balde lo recibisteis de balde lo daréis y nunca más cierto que en ese caso concreto. Poco después el propio Maestro Alemán publicaría su más sexuda e incomprensible Ciencia Oculta; pero, en la Historia, siempre se encontraría en primer lugar la Obra de Max Heindel que la del propio Creador. Era otra época y donde las distancias eran enormes. Hoy, quizá, hubiese supuesto un litigio judicial a nivel internacional y que, con mucha probabilidad, hubiese ganado el verdadero Creador de la Obra.

Cuando Doña Augusta Fox se emparejó con Max Heindel, toda la Teosofía Rosacruciana quedaría empapada de astrología dado que Augustha era una experta astróloga profesional. El Mensaje de las estrellas, obra de la Fraternidad Rosacruz, podría decirse que fue más obra de ella que de su propio esposo aunque fuese firmado por aquél. A partir de entonces, la primitiva enseñanza rosicruciana de Rudolph Steiner quedaría envuelta de una aureola astrológica que nunca habría querido el Maestro Alemán para su Teosofía Rosacruz.

Dado que la Obra de Max Heindel se ha distribuido de forma presuntamente gratuita, dado que nunca ha exigido cuotas por la pertenencia a sus escuelas o por recibir sus enseñanzas, pareciera como que estuviese más expuesta a ser utilizada por un numeroso ejército de voceros de segunda y tercera generación. Algunos, con buen criterio, como en el caso del Lectorium Rosicrucianum, se fueron alejando de las enseñanzas astrológicas de Doña Augusta Fox de Heindel primero, para acercarse, con posterioridad, al verdadero espíritu de la original Obra Rosacruz de Rudolps Steiner.

Muchos miembros de esta Escuela, la Rosicruciam Fellowship, y otras parecidas, dado que no han sido capaces de encontrar a sus maestros interiores se han convertido en verdaderos voceros de las enseñanzas de sus supuestos maestros.

Más de veinte, cerca de la treintena, fueron los libros de Max Heindel que fueron publicados y que en realidad no se trata de otra cosa que recopilatorios de todas las conferencias que diera en el transcurso de su corta; pero prolífica carrera iniciática. Tras su muerte, Augusta Fox con mano de hierro retomó el trabajo de su marido y embadurnó, más si cabe, las enseñanzas rosacrucianas con sus natural influencia astrológica. Fue por aquella época cuando el Lectorium Rosicrucianum, abandonó dicha cadena iniciática para retomar la de Rudolph Steiner allá donde el Maestro Alemán la dejara tras su muerte. El Lectorium, para bien de todos los estudiantes rosacruces, fue abandonando, primero, el carácter astrológico de la escuela para tomar, después, el camino gnóstico maniqueo de los cátaros y que en la actualidad lo caracteriza.

Pero no es a esos bienintencionados voceros a los que nos estamos refiriendo sino a todos aquellos estudiantes de la Escuela de la Fraternidad de Max Heindel, que sin aportar nada propio de interés han venido auto publicando trabajos seudo-iniciáticos con el fin de ver a su ego complacido tras la publicación de una, dos, tres y múltiples obras basadas en el Trabajo de Max Heindel o de otros de sus discípulos. Esos voceros son los que con su vocerío no dejan ver el bosque de la verdadera Iniciación.  

Con mucha probabilidad, en este mundo de lo Iniciático, tan solo haya unas pocas obras impresas que merezcan la pena y que podrían ser consideradas como auténticas canalizaciones del Colegio Invisible, el resto no dejan de ser verdaderos plagios de ideas y fusilamientos de obras anteriores que, a pesar de lo que pudiera parecer en un principio, vienen a complicar todo este Mundo de lo Oculto, lo Esotérico, para desdicha de los verdaderos buscadores.

La mayor parte de esos voceros no aportan nada a la cadena iniciática porque en lugar de haberse ocupado en despertar a su maestro interno se han convertido en falsos discípulos de sus presuntos maestros externos. La Enseñanza Rosacruz no es una cuestión de memorizar los textos de los maestros que nos han precedido hasta ser capaces de contestar, a modo de papagayos, a todo aquello que nos pudieran consultar de modo que no hubiese diferencia alguna con aquellos que trajeron dicha Enseñanza Oculta hasta nuestro Plano. El verdadero Trabajo del Discípulo consiste en utilizar el Trabajo de los maestros externos a modo de escalera o llave que nos conduzca hacia una superior información, porque de eso se trata, no solo de la evolución del cuerpo humano sino también de su mente y de su propia alma. Aunque alguien piense lo contrario, no está todo inventado ni se conoce aún la esencia de las cosas, ni mucho menos se han respondido a todas las cuestiones esenciales que nos hacemos los seres humanos.

Los discípulos están, no para convertirse en voceros de sus supuestos maestros sino para continuar el trabajo de investigación donde aquellos lo dejaron; pero además, cuando un vocero iniciático bebe de las fuentes de otro vocero iniciático, resulta que su contenido es de todo menos iniciático. Esa supuesta enseñanza oculta se ha transformado en el pozo sin fondo del juego de la Oca y de donde no podremos salir si antes alguien no nos abre los ojos y nos ayuda a salir. Por favor, no nos infravaloremos tanto y seamos conscientes de que nosotros somos nuestros propios maestros y que el estudiarnos de memoria las enseñanzas proporcionadas por los eslabones anteriores de alguna supuesta cadena iniciática solo nos transforma en simples voceros de otros voceros anteriores. En estos casos, la mayoría, el supuesto contenido iniciático de dicha enseñanza transmitida queda malogrado y no sirve absolutamente para nada. Palabra.

Aralba