¿Alguna vez se
han preguntado de donde nos viene ese afán de coleccionar cosas, clasificarlas
y conservarlas o reunirnos para interpretar secuencias teatrales?
¿Qué induce al
Ser humano a agruparse y formar tribus, naciones y estados?
¿Qué
maquiavélica fuerza, por el contrario, nos mueve a dividirnos en sectas, corporaciones,
mafias, nacionalismos o revelarnos contra lo previamente establecido hasta
aniquilarnos mediante los más diversos medios de destrucción?
Resumiendo:
¿Qué fuerza intenta cohesionarlo todo y qué fuerza, por el contrario, nos impele a la separación y a la destrucción?
***
La arcana expresión de la Tabla Esmeraldina , Como arriba
es abajo, atribuida al legendario Hermes Trimegistos parece habernos servido, a
nuestra actual civilización, para entender algunas de las cosas que suceden
tanto en lo cósmicamente grande como en lo más diminutamente observable, o
discernible mediante las ecuaciones aritméticas. Vendríamos a decir que el
Paradigma estelar que mueve a los planetas y satélites en órbitas elípticas en
torno a sus estrellas, es transpolable al diminuto mundo atómico; pero...
Llegó la Física Cuántica y nos contó que sí, que todo lo
anterior era cierto; pero hasta cierto punto. Una vez superado el límite del nivel atómico, a nivel de partículas cuánticas, las cosas parecen suceder de un modo
absolutamente distinto, caótico y aleatorio, donde parecieran no funcionar las
leyes convencionales de la física, incluidos el Tiempo y el Espacio. ¿Qué
sucede?
Hace pocos años se hablaba de la materia oscura, como
de aquella supuesta masa necesaria, dentro del Universo, para conseguir la fuerza de gravedad que pudiera frenar la velocidad de aceleración a la que
se mueven los astros desde el primitivo y supuesto Big Bang, con el único fin de
proporcionar una base teórica al supuesto Big Crunch final del Universo, donde
se debería de producir la supuesta implosión que nos condujese, de regreso, a la
singularidad original.
Tras los últimos estudios de la astrofísica se
comprueba, lamentablemente para la
Teoría de la implosión final, que la aceleración inicial del
Big Bang no solo no viene frenándose con el paso del tiempo sino que se produce
una relativamente mayor aceleración. Dado que los científicos no son capaces, por ahora, de aislar dicha Fuerza repulsiva de vacío, han venido a denominarla como Energía oscura. Es decir, antes intuíamos, según nuestros
limitados conocimientos, la existencia de una materia oscura que no termina de
encontrarse y ahora contemplamos la posibilidad de una Fuerza repulsiva, propia
de una burbuja de vacío, que no pareciera tener un final, como si el el espacio del Universo en
lugar de tratarse de una burbuja de vacío limitado fuese un inmenso e ilimitado
espacio de vacío que sigue atrayendo, al producto de la explosión inicial, hacia
un infinitamente lejano lugar.
Digamos que el punto alrrededor del que actualmente se encuentra
el Universo fuese una Singularidad que produjo una burbuja de Caos donde no existía ni el Tiempo ni el
Espacio. Es evidente que el Espacio es producto de la expansión material fruto
de la aceleración explosiva y el Tiempo un subproducto subyacente.
Tras la necesaria explosión, penetró en la Burbuja, auto contenida y auto mantenida, una Fuerza
Centrífuga Primigenia expansiva, caótica, disgregadora y separadora; pero al
mismo tiempo se introdujo la
Inteligencia como Fuerza Centrípeta que es cohesiva,
clasificadora, integradora. La
Fuerza del Caos es por naturaleza destructiva y la Fuerza de la Inteligencia , por el
contrario, constructiva; lo cual nos vendría a mostrar que en el Universo
Conocido o Multiverso, plausible, podría existir una permanente lucha de la Inteligencia contra
el Caos con el fin de formar cosas, inducir la vida en la materia y así mostrar su natural
Inteligencia.
Dado que todas las cosas existentes, desde el átomo de hidrógeno hasta el rorcual azul de los mares de la tierra, pasando por el
propio Ser Humano estamos constituidos de partículas de este Cosmos y es por
dicha causa que seamos fiel reflejo del propio Universo, tanto en nuestra
composición material como en nuestras actividades orgánicas materiales o
emocionales y mentales o espirituales.
El Ser Humano, su Inteligencia, tiende hacia la Unidad primordial de donde
surgiera y es por ello su afán de investigación, constructivo, de coleccionar,
organizar o clasificar; pero, por otro lado, su inercia natural tiende hacia el
caos "anárquico" desintegrador, separador y destructivo.
Bajo estas premisas y haciendo uso de nuestra
intuición podemos entender que el origen del Universo fue en un principio caótico
y destructivo y que solo la voluntad de la Fuerza de la Inteligencia pudo
propiciar la conjunción gravitacional de partículas dispersas con el fin de conformar
las nubes de gas estelar, las estrellas y los cuerpos que de ellas han surgido;
pero entonces, según las investigaciones de los astrofísicos, ¿ganará esta
batalla el Caos sobre la
Inteligencia ? Ahí es donde entra la Inteligencia
manifestada en organismos vivos y evolucionados, cual ciborgs, hacia seres conscientes de su propia existencia con una misión a realizar.
Con mucha probabilidad el Destino del Ser Humano sea
descubrir y sacar hacia nuestro mundo esa materia oscura que es necesaria para,
primero frenar la aceleración explosiva del Big Bang original dentro del vació
Caos y segundo provocar, con la fuerza de gravedad de dicha materia, supuestamente perdida, la
reconstrucción de la singularidad inicial que hiciera regresar a la Inteligencia
Primordial a su Universo de Origen con la consecuente desaparición del Caos.
¿Dónde podría encontrarse esa materia oscura y su
fuerza gravitatoria natural? Probablemente oculta en pliegues dimensionales de
la estructura de supercuerdas y cuya misión, el Ser Humano, tuviera en
desplegarlos para atraer hasta nuestro propio mundo esa gravedad necesaria que
nos recondujera al Singular Origen de todo.
En realidad, la Inteligencia se encontraría como un naufrago nadando en el
centro de la inmensidad de un enorme océano cuántico; pero el Destino de la Inteligencia está
establecido desde el comienzo y es solo una cuestión de tiempo, dado que el Caos
está desprovisto de cualquier atisbo de inteligencia.
Aralba