Hoy comenzamos una nueva andadura
libre de ataduras preconcebidas, donde denunciaremos de forma velada, solo
transparente para los despiertos, los secretos del Sistema.
Un Sistema que, por
demás, está muy interesado en que seamos buenos, disciplinados y obedientes; es
decir que nuestras acciones, por activa o por pasiva, no sean molestas para sus planes de
mantenimiento perenne.
Se suele mencionar a los poderes
facticos, Gobierno y Sistema Político, Justicia, Ejército y fuerzas de
seguridad, Educación, Cultura y Sanidad tal que a la Iglesia y el Sistema
financiero, como los pilares del Sistema en que se sustenta casi cualquier
Estado, sustituyendo la Religión predominante, en algunos denominados
aconfesionales y laicos, por una ideología filosófica de carácter ateo; pero en
el fondo todo es lo mismo.
Dicho lo cual, podría pensarse
que esos son los únicos pilares en los que se sustenta el injusto Sistema
actual; pero esto no es así. Existen multitud de organizaciones buenistas de
todo tipo; donde para su pertenencia y disfrute se exige no ser molesto al
Estado. Quizá se les diga que allí buscan la Libertad de pensamiento; pero a
usted, de forma cínica, le impondrán obediencia a una jerarquía supuestamente
más preparada que usted. No se le ocurra entrar en conflicto con las leyes del
Estado, aunque estas sean probadamente injustas, que a usted se le llamará al
orden y con seguridad será expulsado.
De algún modo es como un inmenso
holograma virtual, donde las organizaciones más pequeñas, sean estas públicas o
no gubernamentales, funcionan con el mismo principio aunque solo semejante,
dado que son fieles al Sistema que las sustenta. Por lo tanto, todas ellas,
denomínense como se denominen, son parte sustancial de los pilares de este
Sistema injusto que sojuzga a las personas denominándolas, de forma falsa, como
ciudadanos.
Algunos consideran que el Sistema
si no es justo en su totalidad, al menos es útil y necesario para poder
mantener el orden de todo lo que existe y que no venga alguien más fuerte que
nosotros y nos arrebate lo que con tanto esfuerzo hayamos conseguido, nosotros
o nuestros antepasados; pero ello es solo una engañifa, pues el Sistema está
concebido como una especie de muro virtual que tan solo protege a una élite y
que, por regla general, suele estar en la punta de la pirámide de los pilares
mencionados así como de los insinuados.
Usted, querido amigo, no está protegido por el
Sistema aunque le hayan acondicionado para que así lo crea. Intente rebelarse
contra lo que usted considere injusto y verá lo que le sucede. Puede hacer lo
que considere oportuno; pero no se lo recomiendo, dado que caerá sobre usted
todo el peso de la Ley a la que la élite parece inmune.
Ellos mantienen todo bajo
control. Si usted no posee una titulación oficial, decidida por la élite del
Sistema, simplemente no podrá ejercer de nada y si lo hace, por muy cualificado
que pueda estar, estará desamparado y fuera de la Ley. Ellos necesitan que
usted pase por las escuelas oficiales de domesticación del rebaño y no solo
para que usted estudie de lo que quiera ejercer sino para ser acondicionado y
obediente al Sistema. De dicho modo, a usted se le habrá lavado el cerebro y
considerará como cosas buenas y justas aquellas que, si usted hubiese
despertado a la verdad, vería como manifiestamente negativas e injustas.
Estamos viviendo en un Sistema
Neoliberal, lo cual a usted le dirá unas pocas cosas; pero seguramente estará
profundamente equivocado creyendo que eso es sinónimo de un Estado de derechas
y que podrá ser más o menos injusto. Este Sistema, denominado como neoliberal,
en realidad es un Estado Fascista, absolutamente injusto para la mayoría de la
población, que ha tomado lo peor tanto del Capitalismo como del Comunismo y que
en realidad debería denominarse como Anarco Capitalismo que favorece de forma
exclusiva a la Élite financiera y a sus acólitos que conforman las jerarquías
al mando de los pilares del Sistema.
Podría parecer injusto denominar
como fascista o caciquil a un Sistema supuestamente democrático; pero es así,
dado que es eso, solo un supuesto de algo que debería de ser; pero que no lo
es. Es Democracia, en tanto en cuanto se nos da la oportunidad de elegir a los
gobernantes que dirigirán nuestros destinos durante un periodo de tiempo determinado;
pero deja de serlo en el instante en que han sido elegidos y ya no podemos
hacer nada para evitar que incumplan aquellas promesas que, de un modo u otro,
les auparon al Poder.
De hecho, si piensa usted un
poquito, solo un poquitín, verá que quienes nos gobiernan, quienes dirigen las grandes
corporaciones del País, quienes están al frente de los poderes fácticos en
suma, son apellidos bien conocidos y que pertenecen a algún tipo de abolengo
aunque no tenga que ver específicamente con la denominada como Nobleza.
Ellos,
sus padres y sus abuelos, así como sus hijos y futuriblemente sus nietos, han
estudiado y estudiarán en colegios especiales, de carácter privado, pertenecientes, antaño, a los
jesuitas u, hoy en día, al Opus Dei. Después saldrán al extranjero a
Universidades donde las élites del Mundo se forman. No, ni usted ni sus hijos
ni sus nietos tendrán la más mínima oportunidad de llegar a la cima del poder por muchas carreras universitarias que realicen y, si por algún motivo lo consiguen, antes habrán sido debidamente instruidos,
acondicionados, domesticados en suma.
Cualquier Institución, sea
Publica, no gubernamental, de ocio o iniciática poseerá una serie de estatutos
que antes habrán pasado por el filtro del Sistema. A usted se le exigirá, como
no puede ser de otro modo, que sea obediente al Estado; es decir que no delinca
según sus normas, sean ellas justas o injustas. Si usted se adhiere a cualquier
organización ajustada a los designios del Sistema, sin duda, aunque sea de forma
inconsciente, usted formará parte de los pilares que sustentan a este Sistema injusto.
Desde luego tan solo será un peón prescindible de este inmenso tablero de
ajedrez virtual; pero un peón que se interpondrá ante aquellos que, de un modo
u otro, intenten modificar el Sistema para convertirlo en algo equitativo y
digno de ser vivido por el conjunto de la comunidad humana. Llegado ese hipotético
día, entonces sí, podremos denominarnos ciudadanos y nos gobernará una justa
Democracia donde los privilegios de unos pocos sean cosa del pasado.
Por favor, piense en lo que ha
leído. El futuro de su familia y de la propia Tierra están en juego.
Hombre, el Amor es la Ley, Amor bajo tu Voluntad. 93-93/93
Cagliostro