domingo, 18 de mayo de 2014

Deja de dirigir mi Vida (Carta dirigida al ego)


Querido ego, querido Amigo del Alma:

Te doy las gracias por haber cuidado de mí hasta el presente.  Sé que todo lo has venido haciendo con la mejor intención del mundo; pero debes saber que ya soy mayorcito y no necesito que controles más mi Vida.

Hasta ahora has venido decidiendo si estoy o no preparado para esto o para aquello; pero estás cometiendo un error de magnitud desproporcionada, dado que no has contado conmigo. Actúas de forma despótica y prepotente decidiendo, tú por mí, si me encuentro bien o mal para desarrollar trabajos de determinada enjundia; pero además lo publicas a mis allegados y a mis espaldas.

Ya, ya sé que he pasado por un momento difícil, con la muerte de mi Madre; pero te aseguro que lo he llevado mucho mejor de lo que tú has creído. Te repito, gracias por tus buenas intenciones para conmigo y gracias, asimismo, por los caminos de crecimiento que me has estado mostrando, supuestamente, con la mejor intención; pero ya va siendo hora de que dejes de infravalorarme.

No, no me engañas haciéndome creer que tu Camino, el que me preparas, es el correcto. Debes entender que deberías de pasar, de una vez por todas, a un segundo plano y no engañarme con actitudes pretendidamente democráticas, de centralismo democrático que Yo bien conozco; pero que ya te has ocupado tú de manipular a tu antojo para que tu decisión sea la que yo y los demás tomemos.

Sé que te molesta lo que te estoy mostrando con Amor; pero no me queda otra para que sepas que no me has engañado poniendo un dulce caramelo al alcance de mi boca para luego, como si de una criatura pequeña fuese, retirarlo ladinamente, cualquiera que hayan sido tus magnánimos designios. No me engañas, Querido ego, no te excuses diciéndome que era lo mejor para mí. Tú no eres Nadie ¿Entiendes? ¡Nadie!

Te ruego Querido ego que pares de una vez y no vuelvas a engañarme o tomaré medidas drásticas que no te gustarán nada. Muestras ante mí y ante los demás una falsa apariencia de magnanimidad, de sapiencia manifiesta; pero que esconde, en su sombra, al lobo del egoísmo y de las ansias de poder. Sinceramente, no sé hasta donde quieres trepar; pero andas muy equivocado.

Sabes, debes de ser consciente, que en cualquier instante puedo abandonar tu camino prefijado para mí con el fin de mejorar tus propios intereses. El Fin aún no está escrito y te aseguro que el final de esta Historia no la conoces tú; pero Yo sí; luego te pido, te solicito, te ruego, te ordeno que te mantengas al margen y deja que prosiga mi camino y no pongas más dulces piedras en mi ya duro caminar.

Un golpecito en la espalda, alguna dulce lisonja y piensas que me tienes en el bote; pero debes saber que te encuentras profundamente equivocado. Pensaste que podías convencer a los demás que yo estaba pasando un mal momento y no me encontraba preparado para esto o para aquello, tu ya sabes; pero esa engañifa que oculta tus más turbios intereses no prosperará durante demasiado tiempo y al final todo el mundo sabrá de qué vas, Querido ego.

Espero, de corazón, que hayas entendido el mensaje y que juntos deberíamos de ir unidos hacia nuestro común destino. Te agradezco, de corazón, que hayas tomado las riendas de mi vida hasta el día de hoy; pero sabes que tu Futuro acaba aquí. A partir de este mismo instante soy Yo quien tomaré las riendas, para bien o para mal, del Auto cuyo piloto automático eres tú. Desperté de mi profundo sueño y ahora tomo los mandos, te guste o no. "Tú no tienes futuro", pues nuestro único Futuro es el mío propio" Recuerda ego que me estás leyendo: Sé cual es tu egóico Juego" Yo no tengo ansias de Poder y en cualquier instante podría dejarte tirado en la más inhóspita cuneta. Mi Camino no es por mi bien individual sino por el colectivo de toda la Humanidad.

Aralba