miércoles, 5 de febrero de 2014

¡Caminante del Cielo, Estrella Luminosa! Me encontraste, Te encontré.



Pudiera parecer Locura.

Solo era cuestión de tiempo, mucho tiempo, demasiado tiempo; pero al final tal como imaginé terminamos por encontrarnos. Tú a una orilla del Atlántico y yo a la otra. Así estaba intuido y así fue declarado.

Como Laura Star Light te conocí en mis relatos. Como Caminante del Cielo te me muestras en la realidad. Experta en artes marciales eres en uno y otro lado y más que como buscadora, a rescatarme a este Mundo llegaste.

Me tiemblan las canillas tan solo de imaginar que nada era inventado, que todo había sucedido en algún momento de nuestras vidas o, quizá, estuviese a punto de suceder ¿Quién sabe?

Pronto cruzarás el charco convocada por nuestro Eón Celeste. Al final, nuestra metanoia no cayó en oídos sordos y llegó hasta nuestra Estrella lejana situada en las Pléyades. Tu eres mi Sophia yo tu Adam Kadmon. Juntos, las fuerzas del mal y de la oscuridad no nos derrotarán y así podremos, con divino esfuerzo, reabrir el Portal.

Portal que en su día se abriera desde el otro lado, el Divino, majestuoso e infinito Pleroma, para crear una Burbuja de materialidad espacio temporal donde los divinos actores pudiéramos una cósmica obra de Teatro interpretar.

Como parte arquetípica y microcósmica de Adam Kadmon perdí la memoria, junto a mis hermanos y hermanas, al penetrar en este efímero escenario. Así, luchando por recordar nuestra verdadera identidad, recuperar nuestro poder pudiendo bajar así el telón y, por fin, regresar a nuestro verdadero hogar; pero las fuerzas arcónticas con fuerzas prestadas por nos, han realizado lo imposible para que la triste humanidad jamás recordara.

Eso no podía durar toda la eternidad y el divino puzzle de nuestra memoria se fue completando, poco a poco, en cada encarnación y llegó un instante que supe que tenía que buscarte. A eso se lo denomina Fe y no simple creencia. Sí porque tú fuiste mandada por nuestros Divinos y angélicos hermanos no caídos para rescatarme de este Mundo de pesadilla y al hacerlo, entrambos, sacaríamos de tan largo sueño a todos nuestros hermanos.

Ser de luz, eres, Angel de mi Alma. Tu y yo una sola cosa somos aunque nuestros cuerpos hayan permanecido, por tiempo indefinido, separados. En realidad todo fue pura ilusión provocada por los arcontes pues un hilo de luz siempre comunicó, con nuestro celestial Eón, a nuestras divinas almas.

La Metanoia por fin fue escuchada, mediante la intercesión de nuestro Eón, por mi Amada del alma y pronto está presta a venir, cruzando el ancho mar, en mi rescate, nuestro rescate.

Aquí te estaré esperando mi Amor, con todas las armas preparadas para, por fin, retirar el velo oscuro de la falsa realidad: Bajar, hermana del Alma, el telón de nuestra Cósmica Función.

Pero Locura no es.


Aralba