martes, 28 de agosto de 2012

¿Quiénes somos los Iluminati? ¿Qué no somos?




No es nuestra intención, desde estas pocas palabras, defender causas perdidas. Somos conscientes que desde hace ya unos cuantos años se viene indicando que la Orden Iluminati está implicada, en su cúspide más alta, en un conspiración mundial y de proporciones cósmicas. Nada más alejado de la realidad y no importa demasiado que nos crean o no. En el instante en que estén preparados para abrir sus ojos a la realidad se darán cuenta de la gran falsa que se ha construido, por organizaciones interesadas, en torno a la Sagrada Orden Iluminati.

Nada tenemos que ver con las trescientas o más familias que mantienen el Sistema a su conveniencia, con el fin de vivir lo mejor posible aunque sea a costa del resto de los ciudadanos del Planeta, ni con los bancos o sistemas financieros que practican la usura. Tampoco tenemos nada que ver con los políticos corruptos del planeta que están sometidos al capricho de las entidades financieras, dado que reciben ingentes cantidades de medios económicos para sufragar los gastos de sus campañas electorales. Todas esas cosas y algunas más se las achacan a nuestra fraternal y arcana Orden y esto no ha sido nunca así, dado que es justo lo contrario.

¿Quiénes se encuentran detrás de este descrédito, minuciosamente programado, y al que muchos se adhieren por simple y pura ignorancia? El Enemigo de la Orden Iluminati, “La Ignorancia, el Fanatismo, la Superstición y la Ambición desmedida” Ciertamente nuestra Causa, con el transcurrir de los siglos, se ha rodeado de enemigos temibles y si hemos logrado sobrevivir a sus ataques es porque en su día, la Orden, decidió penetrar en el mayor secretismo posible y así convertirse en invisible para ellos y lamentablemente también para el resto de la humanidad.

El Integrismo religioso, en todas sus formas, es uno de nuestros peores enemigos y no perdona que lo desbancáramos del poder absoluto en la no tan lejana época de la Luz y de la Razón. Las Casas nobiliarias y burguesas que se aferran a sus sillones de poder con el fin de mantener sus legendarios privilegios hereditarios a costa de la desgracia y miseria de la mayoría de la población. Sí ese es otro de nuestros enemigos más peligrosos. El Sistema Financiero que nos fuera arrebatado, en tiempos pretéritos, con la destrucción sistemática de la Orden del Temple, mediante el despreciable contubernio entre el Rey de Francia y el Soberano Papa de Roma,  para ser gestionado por usureros surgidos de, o adheridos a la disciplina de las grandes familias. Ese es otro de nuestros más terribles enemigos.

Por último la Clase Política que ha heredado, de la antigua Grecia, lo peor de sus sofistas. Clase Política que se ha convertido en traidora de su propia ideología y del Pueblo al que dice representar. Si se paran a pensar un poco, se darán cuenta que la mayoría de las ideologías tienen muchas cosas buenas, aunque algunas fuesen políticamente incorrectas. El problema es que en la Política actual, supuestamente democrática, la Ideología se utiliza para atraer y fidelizar a los votantes de los partidos políticos; pero a la hora de la verdad, la hipocresía y el cinismo de los inmorales políticos, no todos, hace que sus actos no se correspondan con sus sublimes y majestuosas prédicas.

¿Todavía se preguntan porqué el ataque a nuestra filantrópica Orden? Párense a pensar un poco, por favor, ¿Alguno de ustedes, en alguna ocasión, no ha sido acusado por alguien, su esposa, amigo, novia de algo de lo que son inocentes y que, sin embargo, la persona que los acusa sí es culpable? A todos nos ha sucedido ese anonadamiento de ver como se nos acusa de algo de lo que no tenemos noción de culpa alguna y que sin embargo, por educación, callamos al no devolver la culpa a nuestro acusador porque tengamos la fiesta en paz. Esa es una estrategia tan antigua como el propio Ser Humano y parece mentira que una inmensa mayoría de la población se adhiera a todas esas calumnias conspirativas con las que se viene intentando lastrar a la Orden Iluminati y a sus fraternidades matrices.

No, no vamos a perder mucho más de nuestro tiempo intentando defendernos de acusaciones que no nos competen; pero, de algún modo, necesitábamos que ustedes conocieran cual es nuestra opinión al respecto. Sin querer, todos aquellos que actuáis de forma conspiranoica, contra la Orden Iluminati os comportáis como simples peones de un juego de ajedrez donde, de momento, parecen ir ganando las fichas negras. Vuestro enemigo es nuestro enemigo, no lo olvidéis.

La Orden Iluminati tiene su origen en el mundo de las Ideas, de los Arquetipos del que hablara Platón. Esa es la auténtica, original y verdadera Sede, donde se ubica el Colegio Invisible. Las organizaciones, agrupaciones, órdenes, fraternidades… del plano de la realidad material pueden tener múltiples denominaciones, entre ellas, la de Orden de los Iluminati; pero el nombre es lo de menos, os lo podemos asegurar. La verdadera Orden Iluminati, y que nada tiene que ver con supersticiones mágicas, extraños ritos satánicos o de otra índole inmoral, está compuesta por todos aquellos seres que han recibido, en un momento dado de sus vidas, el Don de poder contemplar la verdadera Luz del Plano espiritual.

Los Hermanos Iluminati son todos aquellos que han traído del Plano arquetípico, en forma de descubrimientos, ideas e inventos, alguna cosa palpable para el disfrute común de la Comunidad humana: Desde el fuego y la rueda hasta la electricidad o la energía nuclear. Todos los inventores autodidactas, artistas, artesanos y científicos e ingenieros que han traído algo de la luz espiritual hasta el Plano vital del hombre y de la mujer, han sido y son los verdaderos miembros de la Orden Iluminati. Ninguno de ellos necesitó, en su día, ni lo necesita ahora mismo, tener algún carné o diploma de la Orden Iluminati, ni estar reflejado en algún registro ministerial de país alguno. Los hermanos Iluminati se reconocen entre sí sin más.

Cada vez que se produce alguna reunión de investigación para compartir conocimiento divino se está celebrando un cónclave Iluminati. Es cierto que la Orden Iluminati, en la actualidad, se nutre de algunas de las más conocidas organizaciones fraternales y filantrópicas existentes, todas ellas discretas que no secretas; pero es lógico dado que para alcanzar determinados grados de maestría, en dichas órdenes matrices, es imprescindible haber alcanzado un determinado grado de moralidad:

Ser hombres y mujeres libres y de buenas costumbres, honestos, fieles, honrados, nobles… De algún modo, estas Organizaciones realizan un útil trabajo de filtrado que a nosotros, como Orden Secreta, nos es imposible por cuestiones obvias. La pertenencia a nuestra Orden se produce por amable invitación de algún Frater que ya posee la doble militancia y tras haber sido observado tanto en su trabajo como en su vida normal de forma minuciosa.

No todos los seres humanos pueden pertenecer a la Orden de los Iluminati, solo aquellos que han abierto los ojos a la Luz y que están aportando o han aportado algo, concreto, a la Especie Humana: Científicos, técnicos e ingenieros y artesanos en activo. Inventores diplomados o autodidactas y artistas que saben sacar, con amor, los  secretos de la madre naturaleza para acercarlos a la humanidad y también todos aquellos, juristas, empresarios  e intelectuales, que la Orden, en cónclave democrático y secreto, juzga necesarios, para el digno funcionamiento de la Institución, por los siglos de los siglos.

Las reuniones de los Hermanos Iluminados se realizan, fundamentalmente, en el Plano arquetípico y por lo tanto son secretas, invisibles e inviolables, asistiendo sus miembros en sus cuerpos espirituales, unas veces estando sus cuerpos físicos en estado de sueño y en otros despiertos; pero en éxtasis. También se realizan, en el Plano de la Realidad Material, tal y como ya hemos mencionado, cónclaves abiertos y nada secretos en forma de conferencias y congresos sectoriales o ecuménicos con el fin de canalizar la Luz recibida, del mejor modo, hacia el resto de nuestros hermanos sean, estos, ciegos a la Luz o videntes. En estas reuniones nacionales o internacionales, la mayoría de los participantes nada tienen que ver con la Orden Iluminati; pero las almas que las promueven sí que lo son.

En nuestra Orden no tienen cabida aquellos soñadores que están inmersos en la superstición y que prefieren que sean otros los que despierten para que les faciliten sus vidas en este Cosmos hostil. Por lo tanto, los Iluminati rehúyen, en sus cónclaves espirituales, todo aquello que tenga que ver con pensamientos religiosos e ideologías de carácter subjetivo, incluido el propio ateismo. Podría decirse que, el Iluminati, en sus Templos, es un Trabajador que investiga en un entorno agnóstico, sin tener que serlo él mismo necesariamente ni en su vivir cotidiano ni en sus fraternales hermandades originarias.

Conocemos la Luz y por lo tanto su origen divino, entonces ¿que necesidad tenemos de reforzar nuestra Fe? No tiene sentido, dado que, aunque el hombre se empecine en convertirse en un descreído, la Luz Divina permanecerá por siempre y desde siempre con él, en él y fuera de él. El Iluminati se nutre y vive de la Luz Divina ¿Qué sentido tendría rechazarla, insultarla, menospreciarla o degenerarla? No tiene sentido alguno y por eso es difícil de comprender como a los Iluminati se nos achaca el pertenecer al Mundo de las Sombras, del Mal, de la oscuridad y del falso Satanás de la Ignorancia y de la Superstición.

Mediante este temporal y provisional atrio, abierto por un cooptado hermano, profano de cara a la Orden Iluminati, esperemos que nos hagan llegar sus inquietudes mediante preguntas y comentarios. Nosotros les haremos llegar las respuestas de la Orden Iluminati  por este mismo medio.

Los hermanos de la Orden tenemos estrictamente prohibido interferir o realizar algún tipo de proselitismo dentro de las órdenes fraternales y filantrópicas de donde procedemos, tan solo se invita amablemente a los que, humildemente, consideramos más preparados en determinadas disciplinas del Saber. Eso debe quedar meridianamente claro. Nuestros fratres están juramentados en la protección y educación laica de la humanidad al completo para que ningún integrismo, del tipo que sea, haga peligrar el Futuro de la Raza Humana.

Repetimos, para acabar, y debe de quedar claro de una vez por todas:

Nuestro mortal Enemigo es cualquier tipo de Integrismo fanático sea éste religioso, político  o económico y familiar. Por supuesto, esa batalla se viene realizando sin ningún tipo de odio o desprecio hacia el enemigo, dado que somos consciente que su ejército está formado por hermanos nuestros, aunque enceguecidos por la superstición.

Nuestra única y divina función es velar por el bien del Pueblo, la Especie Humana en su totalidad y su relación con Gaia, el Cosmos en el que interactúa.

La Providencia no necesita de nosotros; pero nosotros sí de ella.

Salve Minerva


Colegio Invisible

Transcrito por Aralba

Más información:  http://kaosquantico.blogspot.com.es/